Lleida.net nació en 1995, en principio con el objeto de prestar servicios de acceso a Internet. Diez años después, los cambios en las nuevas tecnologías obligaron a Siscu Sapena, su fundador, y a todo su equipo a reinventarse, obteniendo la Autorización del Mercado de las Telecomunicaciones para prestar servicio como Operadora de telecomunicaciones, y convertirse así en pionera del servicio SMS. Esa evolución les ha llevado a estar presentes, con el nuevo paso dado en la tecnología de las certificaciones, en Madrid, Londres, San Francisco, París, Nueva Delhi, Santiago de Chile, Bogotá, Sao Paulo, Tokyo, o Cape Town. Su lema es aportar a la sociedad nuevas formas de comunicación que mejoren y faciliten las relaciones entre las personas, convirtiendo procesos de comunicación tradicionales en servicios de valor, acordes con la sociedad actual y las nuevas tecnologías. Hoy hablamos con su presidente y fundador.
"Nos hemos convertido en proveedor de algo muy concreto, y eso nos ha dado nuestra ubicación en el mercado. En vez de tener muchas novias y tratar de manejarlas a todas bien, decidimos tener una sola mujer, y tener con ella muchos hijos"
"Nos auto llamamos una operadora de conveniencia, porque cuanto más contento esté el cliente, más buscará que nosotros le sigamos resolviendo sus necesidades. Ambas partes sabemos lo que conviene hacer"
"Para averiguar lo que realmente necesita el cliente tienes que estar muy cerca de ellos, sobre todo moviéndose por todo el mundo, estando a las ferias, hablando de sus logros y de sus problemas, de ahí nace el briefing"
Si tiene que definir a su compañía en pocas palabras, qué nos diría?
Nosotros, en realidad, somos una empresa ya no tan pequeña, estamos en muchos países, de una cierta edad, y nos consideramos una operadora de telecomunicaciones, aunque no de las que habitualmente uno se imagina cuando se define así, sino una operadora especial.
Qué tienen sus competidores que usted no tenga y cómo, por tanto, vende eso como un valor añadido?
Las operadoras de telecomunicaciones estándar ofrecen lo que se llama triple o hasta cuádruple play, te dan telefonía, voz, datos, internet, televisión…en cambio nosotros nos hemos convertido en proveedor de algo muy concreto, y eso nos ha dado nuestra ubicación en el mercado. En vez de tener muchas novias y tratar de manejarlas a todas bien, decidimos tener una sola mujer, y tener con ella muchos hijos.
Y esa mujer es el SMS…
Nos dedicamos específicamente a la parte de mensajes, y eso nos convierte en hiperespecialistas y aparte, como tenemos la funesta manía de pensar, y de tratar de vivir de nuestro trabajo, nos dedicamos a pensar constantemente en nuevos productos y pensar en las necesidades que suelen tener nuestros clientes. Nos auto llamamos una operadora de conveniencia, porque cuanto más contento esté el cliente, más buscará que nosotros le sigamos resolviendo sus necesidades. Ambas partes sabemos lo que conviene hacer.
¿Cómo se hace para averiguar qué es lo que realmente el cliente necesita? Porque a veces no es consciente, no lo sabe…
Pues estando muy cerca de ellos. Sobre todo, moviéndose por todo el mundo, estando en las ferias, hablando de sus éxitos y de sus problemas, de ahí nace el briefing, y luego, en casa, nosotros hacemos el brainstorming que nos lleva a encontrar soluciones.
Ahora se habla de la internacionalización como la única manera de sacar a este país de la crisis…y ustedes, en Lleida.net, hace ya años que lo entendieron…
Sí, a pesar de que nuestro propio nombre podría indicarnos como muy locales, somos una operadora global, presente en Estados Unidos, en Gran Bretaña, en Francia, incluso hemos conseguido algo que le aseguro que es difícil, y es licenciar nuestro producto en un mercado líder en tecnología como es Japón, con una cultura y, por qué no decirlo, y eso en nuestro negocio es importante, con una escritura tan distinta a la occidental.
Su producto estrella es la certificación de mensajes…
Podemos afirmar que somos especialistas en hacer del defecto, virtud. Cuando uno va consiguiendo clientes, más o menos importantes, llega el día en que se da cuenta de que, a veces, esos buenos clientes no siempre hacen “cosas bien hechas”, y todo empezó un día, con una llamada a nuestra puerta…
¿Quién era?
Un juez. Muy amablemente, nos explicó una historia de uno de nuestros clientes, y que, según la ley, dijo, nosotros debíamos aportar toda la información de ese cliente, de sus mensajes e información.
Está bien colaborar con la justicia, pero eso comporta desconfianza en los clientes ¿no?
A todo eso, lo que hay que decir es que, por lo que respecta a la segunda cuestión, lo mejor es que una empresa no tenga motivos de preocupación por la información que maneja. Y a la primera parte, sí, está bien colaborar con el juez, el primer, el segundo día, pero a la veinteava vez, te empiezas a preguntar quién es el que paga todo ese trabajo adicional que se genera… Teníamos que dedicar a personas cualificadas a hacer un trabajo exhaustivo, y sin retorno. En un momento de crecimiento de la compañía, eso nos lastraba.
Imagino que ahí nace un nuevo negocio…
A veces, uno tiene que irse a la sala de pensar, en mi caso es la ducha de mi casa, y darle vueltas a las cosas. Los jueces que acudían a nosotros, teleoperadora, nos exigían esa información, y sino, incurríamos en complicidad de los posibles delitos de los clientes. Pero hablando con ellos, también descubrimos que ellos lo habían estado necesitando sin acabar de saberlo…
Si uno conoce la estructura de una empresa, de una compañía, sabe que se rige por un organigrama, un escalafón. El inferior reporta al superior, y así sucesivamente. Por tanto, en la empresa es necesaria la certificación de que se ha hecho tal o cual gestión, se ha enviado o no tal factura, que ha enviado ese sms o ese mail, y todo ello nos llevó a desarrollar la tecnología que permite hacerlo. Una aplicabilidad global, como la llamamos.
Todo eso habrá crecido en una época tan convulsa como la que hemos delimitado entre 2008 y ahora mismo, la crisis…
De la que según nuestros políticos, ya estamos saliendo, pero sí, es cierto, durante estos últimos años ha crecido las reclamaciones sobre deudas e impagos, y eso nos ha nutrido de trabajo. Pero si ahora vamos a entrar en una época de crecimiento, lo que va a crecer es el número de contratos…y las antiguas oficinas de contratación, las oficinas bancarias, se han reducido a la mitad. Es ahí donde estamos ahora nosotros, en el sms certificado, en la recepción certificada y, sobre todo, en el contrato también certificado.
Y eso sirve para España, pero, ¿puede servir también para cualquier cliente en otro lugar del planeta?
La tecnología que hemos desarrollado es de aplicación global, aunque hay que hacer pequeñas adaptaciones a las normativas que en cada lugar tienen para los contratos de servicios. La necesidad de tener constancia certificada es esencial, e igual que cuando el juez nos reclamaba la información considerándonos un “tercero de conveniencia”, serlo para una compañía es muy importante para ellos. Sabe que tiene almacenada la información durante, mínimo, los primeros 5 años.