Que una entidad llamada “Asociación para la Búsqueda de la Excelencia” quiera contribuir a que en la sociedad haya mejores personas, tal y como se indica en su página web, no deja de ser sorprendente. Y más en un contexto empresarial, en el que los objetivos que se persiguen van por cauces más previsibles, como la rentabilidad o los beneficios. Fundada en 2009, se define como una entidad independiente, política, sindical y empresarialmente cuyos principales valores son el respeto, el compromiso, la responsabilidad, el rigor, el esfuerzo, la integridad y la humildad. Hoy los conoceremos de la mano de Santiago Tarín, su subdirector.
“Desde un principio tuve claro que la Asociación para la Búsqueda de la Excelencia no era un tema empresarial sino social, porque no me gustaba lo que veía. La gente se queja de que el mundo no va bien, de que no hay respeto, ni ética, pero la cosa siempre se queda ahí. Y quería llegar algo más allá”
“La exigencia y la excelencia no están reñidas con ser buena persona. Puedes despedir a la mitad de la plantilla siendo buena persona, si las circunstancias lo obligan, y se puede ser un hombre de éxito siendo un miserable”
“No sirve de mucho no hacer nada o estar quejándose todo el día. Tampoco creo que se algo tan extraordinario que intenten inculcarse valores como el respeto, el compromiso o la integridad”
Admitirá que suena raro que haya una entidad empresarial que quiera contribuir a que en la sociedad “haya mejores personas”
Desde un principio tuve claro que este no era un tema empresarial sino social, porque no me gustaba lo que veía. La gente se queja de que el mundo no va bien, de que no hay respeto, ni ética, pero la cosa siempre se queda ahí. Y quería llegar algo más allá.
Muy loable pero muy abstracto
Yo creo que ser bueno no significa ser blando, es decir, la exigencia y la excelencia no están reñidas con ser buena persona. Puedes despedir a la mitad de la plantilla siendo buena persona, si las circunstancias lo obligan, y se puede ser un hombre de éxito siendo un miserable. Nosotros tratamos de unir la excelencia y la bondad.
¿Y cómo empezó todo?
Se lo propuse a Josep Piqué porque necesitaba un referente y tuvo la generosidad no sólo de aceptar sino de pagar la cuota como cualquier otro socio. Y la idea es que sea algo personal, con gente procedente de distintos ámbitos. Está Joaquín Trigo, director del Instituto de Estudios Económicos; o Juan Ramón Rodríguez, director de producción exterior de SEAT.
¿Y se trabaja en algún sector concreto?
Pues en todos los que se quiera. Pongo un ejemplo: estoy hablando con un par de personas muy vinculados en la política, y lo que intento es crear una ABE política, que sirva para que los jóvenes que escojan la carrera de la política sean honestos, respetuosos, y buena gente, y que den imagen y ejemplo a los jóvenes.
Sin embargo, crear un lobby como el que propone puede acabar siendo un grupo de presión…
Mira, no sé si de presión es la palabra, pero yo diría que lo que estoy intentando es que haya el mayor número de personas que den un mensaje diciendo: “se puede ser excelente, importante, ser buena persona y tratar con respeto a los demás”. Así que ABE es un momento social. ¿Y cómo triunfará? Pues cuantas más buenas personas exitosas hayan y digan que ésta es la fórmula, más gente lo verá y comenzará a creer en profesiones que ahora están desprestigiadas.
Pues tendrá mucho trabajo…
Quiero operar en distintos sectores para que cada ABE actúe autónomamente, aunque el objetivo sea uno. Así que la idea es que ir transmitiendo un mensaje, sea vía Internet o en algún congreso, o ponencia o comunicado. Soy consciente de que es algo difícil, pero también soy realista al respecto, así que creo que no se trata de intentar cambiar a la gente de mi edad sino transformar a la juventud, porque tal y como están las cosas, no entiendo como no anda aún más despistada.
Sin embargo, en periodismo se dice que las buenas noticias no son noticia, y por ello se magnifican las desgracias y los casos de corrupción. Quizá los medios también deberían hacer un replanteamiento al respecto.
Sí, es algo muy significativo. En televisión, por ejemplo, lo que llamamos telebasura congrega altos porcentajes de audiencia. Y en este sentido yo creo que no se trata de dejar de emitir determinados programas sino de cambiar la sociedad para que este tipo de espacios dejen de interesar. Se trata, pues que se valoren otras cosas.
¿Y piensa que ABE es un proyecto que tendrá éxito?
Pues no lo sé, pero tampoco sirve de mucho no hacer nada o estar quejándose todo el día. Tampoco creo que se algo tan extraordinario que intenten inculcarse valores como el respeto, el compromiso o la integridad. La gente que tiene estos valores es la que piensa que no puede maltratar a un trabajador porque no querría que se lo hiciesen a él. O que si se compromete a pagar a 90 días, pues que sean realmente estos 90 días. Y si no puede ser, pues llamarle y explicárselo.
Tampoco no creo que sea muy difícil
Cierto. Deberían inculcarse estos valores porque hay formación, hay educación, y si la juventud crece viendo esta forma de actuar, todo sería distinto. Volviendo al tema de la telebasura, hay más participación ciudadana en programas donde hay debates en los que se discute y se insulta que no en tertulias con respuestas respetuosas. Pues la idea es cambiarlo. Que se pueda hablar diciendo las cosas claras, pero con respeto.
Creo que se necesita un largo período de aprendizaje
Esto es precisamente lo que defendemos. Este año nos hemos propuesto que haya menos parados, de modo que abogamos por la formación dual. Y Juan Ramón Rodríguez en SEAT, por ejemplo (vicepresidente de ABE), está trabajando en ello, y no deja escapar a los chavales que son eficientes, puntuales y trabajadores. Así que les impulsa a que compaginen el estudio con el trabajo.
Bueno, lo que se hacía antes, ¿no?
En efecto. Los aprendizajes son una forma de generar trabajo porque estás haciendo que el empresario cree el puesto de trabajo porque no quiere perder de vista aquella persona, que es joven, pero cumplidora y trabajadora.
¿Y cómo os organizáis?
La idea es que actúen los grupos, los intereses, no el ABE inicial. De modo que, por ejemplo, ahora estamos con un proyecto en el que tenemos que buscar sponsor y que tiene por objetivo centrarnos en el sector logístico. O lo que le decía de los aprendices. Son distintos elementos que pertenecen a un tronco común.
¿Y qué hay que hacer para hacerse socio de ABE?
Nuestra cuota son 200 €uros, y es algo que vale la pena, porque tenemos que tener en cuenta de que ABE son más personas que asociaciones, lo que lleva a movernos por criterios más personales que no empresariales. Y como la idea es buena, y la gente que participa en ella, también, te das cuenta de que el proyecto vale la pena, aunque socialmente el tema no tenga aún visibilidad.
¿Cuántos socios sois?
Somos unos 80, pero el proyecto irá creciendo porque vamos haciendo actos y la gente se va apuntando. Llevamos un promedio de 3, 4 socios por semana, y como además somos absolutamente independientes, porque no trabajamos con ningún tipo de subvención, pues tenemos una mayor legitimidad para defender nuestros argumentos.