Storytelling personal

0
305

Desde siempre, las buenas historias han captado la atención de grandes y pequeños. Los escritores lo han aprovechado desde hace siglos y el cine desde los hermanos Lumière. Actualmente las empresas fidelizan a sus clientes a través de relatos. Pero imaginemos qué pasaría si quien se quisiera ‘vender’ fuera una persona en vez de una organización.
 
Da igual si es usted un/a director/a general, o jefe comercial, o un entrenador de fútbol o el coordinador de estudios de una escuela. Simplemente imagine que es ascendido en la organización y que tiene que motivar a su equipo para que confíe en usted y se comprometa con ese proyecto que tiene en mente. ¿Cómo lo hace? ¿Cómo les convence? ¿Cómo les emociona, para disponer en poco tiempo de su adhesión?
 
En 2006 unos estudiosos de Harvard (como casi siempre) abordaron la cuestión de forma tangencial. Trabajaban sobre un texto de recuperación de la imagen personal tras una catástrofe de reputación, y para ello entrevistaron a 450 individuos que habían sido presidentes y altos directivos de multinacionales americanas entre los años 1988 y 1992. 
 
Obtuvieron conclusiones significativas e inesperadas. La que más nos interesa aquí es que todos los que habían superado una crisis de reputación dijeron que era necesario manejar bien la historia personal. Expresar convenientemente y con soltura el relato de uno mismo ayudaba a lograr los objetivos que uno se propusiera, incluido remontar el vuelo.
 
Otra conclusión era que, ante todo, debía decirse la verdad. O sea, que para contar historias que emocionen lo último que se necesita es construir una ficción. Tan solo se trata de explicar la propia vida en una clave que resulte emocionante. 
 
El caso es que otros autores, también de Harvard, aclararon el modo de emocionar a la audiencia con la historia personal. Es un proceso complejo por el cual uno debe presentarse a sí mismo como el protagonista de una historia llena de transiciones y de cambios, donde lo que importa es el “y ahora qué”, que es algo que casi siempre mantiene en vilo al oyente y, por tanto, le interesa.
 
Cuando en la narración de una biografía existe un protagonista, más un fenómeno que mueva al protagonista a actuar, más algunas pruebas y tribulaciones, y aparecen decisiones críticas y una resolución final de “todo o nada”, casi siempre el narrador logra emocionar y el oyente sintoniza con él. 
 
Lean los discursos de Steve Jobs, Barack Obama, Martin Luther King u otros visionarios contemporáneos. Descubrirán esos rasgos sutiles e indetectables que convierten a esas personas en protagonistas de sus propias historias. Son aquellos con quien casi todo el mundo quiere estar de acuerdo y con quien casi todos quieren compartir una causa.
 
Ese es el storytelling personal. El más íntimo y veraz de todos los relatos.
 
Colorín colorado…
 
Referencias
Sonnenfeld, J. A. y Ward, A. J. (2006): “Firing Back: How great Leaders Rebound After Career Disasters” Harvard Business Review. Enero.
Ibarra, H. y Lineback, K. (2005): “What’s your story”, Havard Business Review. Enero.
 

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Feedback se reserva el derecho de revisar los comentarios y despublicar en caso de no ser apropiados.