Este año, una noticia sobre fusiones ha pasado muy desapercibida, en parte a causa de la pandemia que lo ha minorizado todo, y en parte porque no afectaba un sector de la economía vinculado al gran consumo. Días antes de confinarnos, se supo que uno de los gigantes de la consultoría y la intermediación de seguros, Aon Hewitt, acababa de hacer pública la adquisición de uno de los colosos del sector, la firma Willis Towers Watson por la cifra de 26.360 millones de euros. El segundo broker mundial (Aon) se comía de golpe el tercero (Willis), y como consecuencia la partida en el tablero mundial se reduce ya sólo a dos jugadores, el mencionado Aon Hewitt Willis Towers Watson (esperemos que recorten el nombre), y el hasta ahora líder mundial, Marsh & McLennan. Cómo hemos indicado, estas firmas hacen trabajo para grandes empresas y no para consumidores finales, y por eso la mayoría de ciudadanos no estarán familiarizados con sus nombres.
No-capitalismo: las fusiones que están matando la competencia
El mito del capitalismo en un partido de consultoría e intermediación de segurosHace pocos días ha salido la versión en castellano del último libro del economista anglosajón Jonathan Tepper, a quien quizás recuerdan por sus intervenciones en los programas televisivos de Jaume Barberà. Bajo el título de El mito del capitalismo, la obra pone el foco sobre cómo determinadas dinámicas de mercado están menguando en muchos sectores de la economía aquello que conocemos como competencia. A pesar de que la importancia del siguiente dato es relativa, no querría dejar pasar por alto el parecido físico entre Tepper y el portero del Barça de balonmano Pérez de Vargas, un asunto que hace años que me fascina. Hecha esta digresión, demos un vistazo a las reflexiones del economista. Según Tepper, durante las últimas décadas la economía americana se ha embarcado en viaje, de momento sin regreso, hacia la formación compulsiva de oligopolios que menguan la capacidad de decisión de los consumidores.
Los ejemplos que menciona el libro son contundentes, y sirven para poner el capitalismo ante el espejo deformado de las ineficiencias. Cómo recuerda el mismo Tepper, la economía de mercado se basa en dos pilares, la propiedad privada y la libre competencia, y uno de ellos está carcomido y muy cerca del colapso. Sería de ingenuos pensar que esto que explica sólo pasa en los Estado Unidos, porque ya sea por la influencia de las multinacionales -como veremos a continuación- como por las mismas dinámicas locales, aquí también estamos deslizando por la peligrosa pendiente que conduce la economía hacia estos grumos indeseables que son los oligopolios y los monopolios, formados por empresas capaces de expulsar del mercado a la competencia, a menudo con el apoyo incondicional de los reguladores.