Estamos asistiendo, en los últimos tiempos, a un auténtico espectáculo de consecuencias aún no calibrables, respecto al futuro que nos espera a todos. La mayoría de nosotros ha crecido pensando en que las cosas han de acabar bien si uno da los pasos personales adecuados, primero, esforzarse en la formación, acertar en la vocación, tener algo de fortuna y un mucho de dedicación, una pizca en mayor o menor abundancia de talento, y recoger los frutos hasta que buenamente se pueda. Este sería el ciclo personal que nos habían vendido, pero todo lo que vemos nos lo desmiente. Gente con excelente formación no encuentra trabajo, el esfuerzo ya no es garantía de nada, y si acaso, el oportunismo y la especulación triunfan. Es un muy mal ejemplo para aquellos que vienen detrás nuestro. Creo que de ahí viene esta fiebre “protestona”, desde el 15-M a los diversos colectivos que se quejan de los recortes en sanidad, enseñanza… estamos en un momento en el que la protesta se ha generalizado, mientras los oscuros culpables, los mercados, esos entes sin rostro, parecen frotarse las manos ante el caos. Grecia está en la ruina, y no es un chiste fácil, en manos de los dos grandes líderes europeos, Merkel y Sarkozy que, cual dioses modernos del Olimpo, son quienes deben salvar la Acrópolis. Con una simple decisión, podrían calmar vientos y tempestades. Pero el problema, que puede, ciertamente, solucionarse, parece ahora mismo un simple parche que va a necesitar a no mucho tardar, de más reparaciones. La que en su día se llamó construcción europea, que ha crecido desde la Europa de los 6, los 12, los 18 hasta los 27, y más en la recámara, muestra su endeblez día sí, día también. Esa desunión, cada cual en busca de su interés personal, en forma de recibir más ayudas, amenaza la moneda que tanto nos costó acuñar y que los expertos ven en serio peligro. De momento, como en aquel Día de la Marmota, uno se levanta, pone las noticias matutinas, y le da la sensación que cada día es lo mismo: “… hoy es el día clave para Grecia… detrás pueden venir Portugal, España, Italia… Merkel y Sarkozy van a tratar de salvar la situación… Obama dispuesto a echar una mano en favor de la moneda europea…”
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