Nina Bernat

Consejera Delegada de Casa Batlló

 La Casa Batlló o la conservación de uno de los pilares de la obra de Gaudí

 “La cultura del reciclaje es un invento del modernismo”

 "El éxito de visitantes confirma que es posible compaginar el arte con el negocio "
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 Es imposible pasear por el Passeig de Gràcia de Barcelona y no volver la vista hacia las sinuosas formas de la Casa Batlló, edificio modernista construido a principios del siglo XX por Antoni Gaudí (1852-1926). El genio catalán realizó, por encargo del empresario Josep Batlló, una importante reforma del edificio en 1904, diseñando una obra maestra en la que no hay ninguna línea recta. En la actualidad, la casa es propiedad de la familia Bernat, que posee los derechos de explotación. Desde hace años alquila el espacio a empresas para la celebración de convenciones y desde hace dos temporadas, la Casa Batlló abre las puertas de todas sus dependencias para el disfrute de retinas, nacionales e internacionales. Hablamos con Nina Bernat, consejera delegada de la Casa Batlló. 

“Gaudí reciclaba muchísimo. Todas sus obras tienen elementos aprovechados, así que el reciclaje es un elemento muy modernista y contemporáneo. Sin duda, una idea de genio”.

“Mucha gente entiende el término diseño como algo peyorativo. Creen que un objeto de diseño es sinónimo de no funcional. La Casa Batlló es el mayor ejemplo de que el diseño no tiene porqué estar reñido con la funcionalidad”.

“Creo que no hay nadie que siendo niño no haya pasado por delante de esta casa y no imaginara que era un castillo encantado. Es un edificio de formas sinuosas y muy colorido, casi de ciencia ficción”.

 

 

¿Cómo nació la iniciativa de abrir las puertas de la Casa Batlló?

 

Desde 1954 Iberia Seguros ocupaba el edificio. Pero se trasladaron porque éste no era el espacio que necesitaban, así que fue entonces cuando hice la propuesta al consejo de abrirla al público. Desde siempre había pensado que era un sitio ideal para organizar eventos y convenciones para las empresas, así como dar a conocer también esta joya del modernismo catalán. Cuando se celebró el año Gaudí en el 2002, abrimos la planta noble y fue un éxito absoluto y desbordante. La gran demanda del público fue lo que nos motivó a abrir las plantas superiores de la casa, las buhardillas y el tejado con sus chimeneas. 

 

Este planteamiento choca con la idea de que las ciudades mantienen sus monumentos gracias a la iniciativa pública ¿Cómo se ve la oferta de talante privado que llevan a cabo?

 

Somos una empresa privada y mi función como consejera delegada es hacer viable el proyecto, que llegue a ser rentable. No tenemos ningún tipo de ayuda, así que lo que hacemos es organizar proyectos que sean factibles. Por este motivo hay un precio de entrada. De todos modos, llevamos invirtiendo en esta casa unos quince años, y sólo hace dos que vemos recompensado un poco, sólo un poco, todo el esfuerzo. Porque la iniciativa privada es algo muy difícil de mantener. 

 

¿El año Gaudí y el revisionismo del arte modernista les ayudó a promocionar la apertura de puertas de la Casa Batlló?

 

Evidentemente. Pero cuando comenzamos con la intención de organizar actos y convenciones en la casa, no contamos con ningún tipo de publicidad. La casa Batlló ha trabajado para darse a conocer sobre todo en el ámbito turístico, pero lo que está claro es que el año Gaudí fue un buen instrumento de promoción.

 

La Casa Batlló es visitada por gente de todas las edades, pero lo que choca es ver esas legiones de niños junto al guía y embelesados con la casa…

 

Creo que no hay nadie que siendo niño no haya pasado por delante de esta casa y no imaginara que era un castillo encantado. Es un edificio de formas sinuosas y muy colorista, casi de ciencia ficción. Como es una casa tan creativa y los niños tienen la imaginación y la creatividad a flor de piel, disfrutan mucho de ella y la comprenden muy bien.

 

Como decoradora, debe estar constantemente pensando cómo renovar e importar ideas a esta casa. ¿O ya está todo hecho?

 

Esta casa es infinita y las soluciones de Gaudí las admiro muchísimo, porque saben combinar arte y pragmatismo. Y algo más… Gaudí reciclaba muchísimo. Toda la fachada que vemos de pequeños vidrios y restos de cerámica, es la mayor muestra de ello. El reciclaje es un elemento muy modernista y contemporáneo. Sin duda una idea de genio.

 

Barcelona se ha consolidado como uno de los primeros destinos turísticos en todo el mundo. Y Gaudí continua siendo un gran capital.

 

Sí, Barcelona que es tremendamente atractiva, con una climatología e infraestructuras maravillosas, debe seguir explotando su esencia como ciudad tremendamente sensibilizada con la cultura y la creación. El otro día estuve en París, que es muy bonito, pero no se logra respirar ese espíritu de creación y de renovación que la Ciudad Condal experimenta continuamente. Hay ganas de crecer y hacer cosas bonitas en Barcelona y turísticamente no puede ir mejor. 

 

¿Qué piensa de la cultura del diseño que está tan en boga?

 

Mucha gente entiende el término diseño como algo peyorativo. Creen que un objeto de diseño es sinónimo de no funcional. La Casa Batlló es el mayor ejemplo de que el diseño no tiene por qué estar reñido con la funcionalidad. Y mi visión personal sobre la aplicación del diseño en los productos cotidianos es sintomático de intentar ir cada vez hacia delante.

 

Si ahora quisiese organizar una convención en la casa Batlló ¿tendría que esperar mucho tiempo?

 

La agenda está bien, organizamos actos con mucha asiduidad. Lo que sí que es cierto es que la apertura al público de la Casa Batlló ha propiciado que la organización de actos y convenciones sufra un pequeño debacle. Antes, sólo se podía entrar en la casa si se alquilaba el espacio, y esa exclusividad motivaba a muchas empresas a organizar sus convenciones aquí. De todas formas, hay actos que necesitan la representatividad y el glamour de un lugar como este. Por ejemplo, casarse o celebrar un bautizo en la Casa Batlló, bajo este entorno y espacios, dota a los eventos con un halo de trascendencia que la gente valora mucho más. 

 

¿Alguna vez se han visto obligados a decir que no a alguna propuesta?

 

Aquí se han rodado hasta películas… No obstante, tenemos reservado el derecho de admisión. Lo que siempre exigimos es conocer al cliente y saber con quién tratamos.

 

¿Se pueden aprovechar las obras arquitectónicas de Gaudí para explotarlas de la misma manera que se hace con la Casa Batlló?

 

Se podrían hacer más cosas. Conozco la ruta del modernismo y estoy dentro del Consejo de Honor. Pero nosotros somos una empresa privada y damos una visión diferente que las instituciones públicas. En los espacios Gaudinistas se podrían hacer muchas cosas, pero es complicado ponerse de acuerdo con los organismos oficiales para llevar a cabo ciertos proyectos.

 

¿El Fórum ha arañado visitantes a la Casa Batlló?

 

No nos ha robado visitantes, es más, siempre que hay un evento en Barcelona de estas características viene un gran volumen de gente a la ciudad, que son visitantes potenciales de la Casa Batlló. Así que en ese sentido, el Fórum es un aliado.

 

¿Los turistas siguen conociendo a la Casa Batlló como la Casa de las Calaveras? Lo digo por las formas que presentan los balcones del edificio…

 

Las interpretaciones de esta casa son muchísimas. Algunos la llaman “La casa de los huesos”, por las formas óseas que se exhiben en la fachada. El dragón y la cruz también tiene su propia leyenda… Por otra parte existen muchas alegorías al fondo marino, debido a las esquinas curvas y los colores azulados. Gaudí no se inspiró en tan solo un motivo, sino que volcó toda su imaginería en cada rincón del edificio. Los balcones parecen máscaras o calaveras y gracias a ello el edificio también se ha ganado el apelativo que comentabas. 

 

¿Cómo funcionan las labores de restauración y limpieza en la Casa Batlló?  

 

En la casa invertimos más de 300 millones de pesetas cada año, especialmente en labores de mantenimiento, restauración y limpieza. Cerramos en enero y se trabaja literalmente 24 horas al día con tal de llevar a cabo todas las obras de restauración pertinentes y dejarla a punto para el resto de la temporada. Luego, hay que cuidar al máximo todos los sistemas modernos, como los anti-fuegos, el cableado o la iluminación, y esto comporta mucho trabajo e inversión.  

 

¿Cuánta gente trabaja actualmente en la Casa Batlló?

 

Tenemos una plantilla de una cincuentena de personas. La mayor baza de nuestro equipo profesional es su motivación y juventud. Disfrutan trabajando aquí y eso se nota en su dedicación y empeño. La verdad es que a esta casa se le coge cariño. 

 

¿A pesar de los años transcurridos, Gaudí continúa siendo un autor “moderno”?  

 

Una anécdota lo puede explicar. Una vez vino una experta en Feng Shui, la técnica china con la cual se estructuran los espacios para dotar de mayor serenidad posible los rincones del hogar, y dijo que la casa Batlló recogía todos los requisitos básicos de esta doctrina. Quizá éste sea un enigma más por el cual los orientales admiran tanto la obra de Gaudí…

 

 Estudió económicas y al finalizar la carrera estuvo una temporada trabajando en el negocio familiar, que es ni más ni menos, la casa Chupa Chups. Pero se dio cuenta que su verdadera vocación era la creación y el diseño, así que hace 20 que se dedica a la decoración, con un estudio propio. A mediados de los noventa tomó las riendas de las obras de restauración de la Casa Batlló y actualmente ocupa el cargo de Consejera Delegada del edificio.

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