La química es la gran industria del mundo. Con ella conseguimos elaborar productos de todo tipo. En Quality Chemicals fabrican sales inorgánicas que se utilizan en dentífricos, cosméticos, medicinas, materiales de construcción e incluso explosivos. Hoy hablamos con su CEO, Airy Cortada.
¿Cuál fue su bagaje profesional hasta llegar a la alta dirección?
Estudié Ciencias Químicas porque la química era la asignatura que más me hacía disfrutar en el bachillerato. No me importaba echarle horas y me licencié sin pensar mucho en mi futuro profesional. En aquellos años de la facultad también estudié alemán porque creí que me aportaría alguna ventaja profesional.
Estudié alemán porque creí que me aportaría alguna ventaja profesional
En Alemania hay muchas empresas químicas.
En efecto, son los pioneros mundiales de la química. También aproveché aquel tiempo para presentarme a todas las becas posibles de investigación que daban para ir a ese país. Mi idea era la de ir a practicar el idioma, a la vez que comenzaba a hacerme un currículo.
Al terminar la carrera me marché a estudiar un Máster en experimentación a Alemania. Me fui para estar allí nueve meses, pero al terminar el primer mes y medio vi que lo de estar en el laboratorio todos los días haciendo el mismo tipo de análisis no iba conmigo.
Quizás le gustaba experimentar con otros retos.
Me volví a Barcelona y me puse a buscar trabajo. Antiguamente se podía hacer en las páginas de Empleo de La Vanguardia. Al cabo de un mes me contrataron en una compañía para que liderara el departamento de exportación. Y eso que no tenía ni idea de dónde me metía. Así comencé en el mundo de la empresa.
A la perfección por la práctica.
Y aproveché también ese tiempo para estudiar un MBA en La Salle. Viéndolo en perspectiva, creo que tenía que haberlo hecho al cabo de un tiempo. Me habrían venido bien dos o tres años más de experiencia profesional. Con los años estudié otro Máster y todavía me queda pendiente un tercero.
Cursé un MBA al poco de comenzar a trabajar. En perspectiva, me habrían venido bien dos o tres años más de experiencia profesional
Su inquietud por la formación permanente es encomiable. ¿Tanto evoluciona el negocio de la química?
Por lo menos la gestión de los negocios. Cuando estudié el MBA me fijé el objetivo personal de llegar a la dirección general de una empresa algún día. Mientras tanto, trabajaba en las exportaciones. Estuve allí durante 18 años y viajé por todo el mundo. Hace seis años comencé en Quality Chemicals. Entré como directora comercial, aunque pronto conocí que el presidente y accionista mayoritario iba a jubilarse en cinco años y pensé que quizás podría optar a esa posición yo misma, llegado el momento.
Cuando estudié el MBA me fijé el objetivo personal de llegar a la dirección general de una empresa algún día
Y finalmente llegó a ella.
En efecto. Era una posición nueva en la empresa cuando la asumí. Las cosas nos han ido bien desde entonces. Ahora la empresa es tres veces más grande que cuando entré.
Ahora la empresa es tres veces más grande que cuando entré
Cuéntenos más sobre el negocio. ¿A qué se dedican, exactamente?
Somos una empresa fabricante de sales inorgánicas. Son productos que tienen un sinfín de aplicaciones en todos los sectores imaginables, desde el farmacéutico hasta el alimentario, tanto en alimentación humana como animal. Y también en la cosmética, los vidrios de alta calidad, los explosivos…
Sin embargo, nuestro enfoque y especialización está en aquellos sectores que precisan de una alta calidad. Lo que vendemos son productos que tienen unas especificaciones marcadas por el propio cliente. Es decir: evitamos vender productos estándar, y hacemos que cada cliente nos indique lo que necesita. Nosotros le garantizamos el suministro y la calidad que espera.
Nuestro enfoque y especialización está en aquellos sectores que precisan de una alta calidad
Dentro de todos esos sectores que mencionó, ¿cuál es el cliente más importante?
Desde hace unos años todas las inversiones de la empresa, y las sucesivas ampliaciones de fábricas y capacidad productiva, van dirigidas al sector farmacéutico. Ahora mismo ocupa el 40% de nuestra facturación.
Es un sector que presenta dificultades de entrada. Pero una vez estás dentro, también es muy difícil que salgas de él. Por ahora tenemos productos únicos a nivel mundial. Algunos son principios activos. Casi todas las pastas de dientes del mercado llevan algún ingrediente de Quality Chemicals.
El sector farmacéutico ocupa el 40% de nuestra facturación
Qué interesante.
Y si conoce el producto “Otocerum”, que sirve para destapar los oídos, sepa que su principio activo es el fenol, que también lo fabricamos nosotros. Igualmente hacemos ácido acético y lo vendemos como principio activo.
¿Ustedes se basan en patentes para defender todos esos desarrollos?
En realidad no. Todas las moléculas que fabricamos son fáciles, por decirlo de algún modo. No son grandes moléculas orgánicas. Lo que hacemos son reacciones muy elementales entre ácidos y bases y, de ellas, obtenemos sales que tienen unos estándares y condiciones de manufactura determinados.
¿De dónde obtienen sus materias primas?
Hay dos opciones: la vía natural y la sintética. Algunas de las sales con las que trabajamos las adquirimos en minas, aunque después las purificamos. La otra vía es a través de reacciones químicas de síntesis, en las que dos moléculas reaccionan entre ellas hasta que generan una nueva molécula, totalmente distinta. En nuestro caso, la vía natural es menos importante que la sintética.
Algunas de las sales con las que trabajamos las adquirimos en minas, aunque después las purificamos
¿Cuántas personas conforman la empresa?
Tenemos a 125 personas trabajando en dos plantas. En la que hoy nos encontramos tenemos el departamento de I+D, que es importantísimo, porque le dedicamos un 20% de nuestro presupuesto. También tenemos laboratorios de control de calidad, producción, RRHH, contabilidad, comercial… En la otra planta tenemos el área de producción y una segunda área de control de calidad.
En el mundo de la producción química, una cuestión clave son los residuos. ¿Cómo los gestionan ustedes?
En nuestro caso, la principal preocupación es la recuperación de las aguas que se generan tras las reacciones, para poder utilizarlas en la siguiente fabricación y minimizar los residuos. El concepto se asemeja a la economía circular, aunque siempre hay aguas que son irrecuperables, cuando las utilizas demasiado y se vuelven residuales.
Igualmente, todos los procesos están muy controlados y nos aseguramos de no enviar nada a vertidos sin que pase los controles oportunos. Todos nuestros clientes son multinacionales y nos exigen tener planes de sostenibilidad, porque si no, no nos permiten formar parte de su cuadro de proveedores.
Todos nuestros clientes son multinacionales y nos exigen tener planes de sostenibilidad
Como mujer directiva, le preguntamos: ¿tuvo usted alguna vez la sensación de atravesar un techo de cristal?
En mi caso no. Y eso que tanto en la anterior empresa como en esta, la actividad está gobernada por hombres. Pero igualmente me manejaba con ellos. En nuestro laboratorio y en nuestro departamento comercial, la mayoría de los profesionales son mujeres y me siento muy cómoda trabajando con ellas.
Las empresas más responsables también son las que más sensibilidad tienen hacia la conciliación laboral de sus empleados. ¿En qué situación se encuentran ustedes?
Personalmente estoy muy a favor de esa sensibilidad. Aquí, por ejemplo, tenemos bien implementada una facilidad de horarios. Si alguien vive en otra ciudad y tiene que venir a trabajar aquí, sé que tendrá que pegarse un madrugón para evitar el tráfico y llegar aquí a las ocho de la mañana. Así que permitimos que vengan más tarde, y salgan también más tarde.
Igualmente, si alguien necesita llevar a su hijo al médico, o se le pone enfermo un pariente, podemos arreglarlo para que trabaje desde su casa con el portátil. Esto es especialmente sencillo de resolver con la gente de las oficinas. En cuanto a la gente de producción, ya es un poco distinto porque hay tres turnos que no pueden parar y unos controles que hay que seguir. Lo que sí damos es la opción de rotar entre esos turnos. Ellos mismos los eligen y deciden si quieren cambiarlos cada semana o cada dos semanas.
Mencionó que la empresa ha crecido por tres en seis años. ¿Siguen esas buenas expectativas para el futuro?
Pues sí. Cuando llegué, la empresa facturaba nueve millones de euros al año y este año tocaremos los 30. El crecimiento nos ha exigido muchos cambios a todos, porque la cultura de una empresa no se adapta fácilmente cuando pasa a facturar el triple. Pero igualmente preveo dobles dígitos en los próximos cinco años.
Prevemos crecimientos de doble dígito en los próximos cinco años
¿En qué se basa ese crecimiento tan notable?
Pues porque hemos crecido en el sector farmacéutico donde, como antes le decía, cuesta mucho entrar pero también cuesta mucho salir. Los proyectos en ese sector tardan una media de tres años en materializarse. Eso quiere decir: tres años y muchos costes para que te homologuen como proveedor. Así que tienes que hacerlo muy mal para que decidan quitarte de la ecuación.
A la vez, esa larga maduración me permite saber hoy qué proyectos nos van a salir el año que viene, porque ya hace dos años que comenzamos con ellos. Así que, encima de la mesa, tenemos ya lo que nos vendrá en 2025 y 2026. De ahí que prevea ese crecimiento tan sólido.





