Sandra Miranda Cirlot

Directora de fundraising de la Fundación FERO

Filantropía imprescindible

“Josep Baselga veía en los pacientes de cáncer a los auténticos héroes: hay que darles voz”

La investigación traslacional y el enfoque de fundraising son señas de la Fundación FERO
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El fundraising, o captación de fondos, es una tarea fundamental para organizaciones del tercer sector. Es igual de difícil que la venta de un producto comercial, solo que aquí, cuando se vende, quien gana es la sociedad. Sandra Miranda es una especialista en ello y la hemos querido entrevistar.

Para orientar la conversación, ¿por qué no comienza hablándonos de su recorrido profesional?

Es extenso e interesante. Me formé como historiadora del arte y dediqué diez años de mi vida profesional a la Fundación MACBA (Fundación Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona). Allí dividí mi tiempo entre las actividades de captación de fondos (fundraising) y las de adquisición de obras para el fondo del museo. Me puse en contacto con muchas empresas y donantes medios. Aprendí mucho de mano de Ainhoa Grandes, entonces directora de la institución y actualmente presidenta.

Hasta aquel momento yo captaba fondos desde un punto de vista empático, viéndole la cara al donante y explicándole la causa. Solamente pedía dinero si veía que el donante y la causa conectaban entre sí. Pero hice un postgrado en la Universitat de Barcelona y aprendí a objetivar la labor.

Este es un trabajo en el que no se puede depender demasiado de las emociones, ¿no cree?

Pienso que sí. Pero también sigue siendo un trabajo muy empático. Al final, lo que tienes ante ti es a una persona que te quiere ayudar, pero que no sabe cómo hacerlo. Y tú eres quien debe trasladarle las distintas opciones disponibles.

Volviendo a mi recorrido profesional, en 2019 salí del museo y entré en una empresa de alto impacto social en la que me dedicaba a buscar clientes. Y luego pasé al Benjamin Franklin International School, donde estuve de directora de fundraising durante un año y medio.

Lo que tienes ante ti es a una persona que te quiere ayudar, pero que no sabe cómo hacerlo. Y tú eres quien debe trasladarle las distintas opciones disponibles

Y finalmente aterrizó en el tercer sector.

Siempre tuve muchas ganas de trabajar en una fundación. A poder ser, que tuviera que ver con el cáncer, dado que a los seis años, mi hija pasó por una leucemia y fue tratada en Sant Joan de Déu. Así fue cómo entendí la importancia de la investigación. Sin ella es imposible curar una enfermedad tan compleja.

Gradualmente me fui acercando a organizaciones como la Fundació Josep Carreras o CRIS contra el cáncer. Me interesé por este sector de todas las maneras imaginables. Y cuando surgió la oportunidad de entrar a trabajar en la Fundación FERO, fue la mayor alegría que me podían dar.

A los seis años, mi hija pasó por una leucemia y fue tratada en Sant Joan de Déu. Así fue cómo entendí la importancia de la investigación

La creó el doctor Josep Baselga, uno de los oncólogos más importantes que hemos tenido. ¿Qué rasgos diferenciales tiene este proyecto en relación con otras entidades parecidas?

Creo que tiene dos. Primero, tenemos un patronato que está muy implicado. Tanto en el día a día como en el apoyo económico. Las doce personas que lo integran lideran activamente las distintas comisiones de trabajo. Y sus aportaciones nos sirven para sustentar los costes estructurales. Así que a todos los donantes les podemos garantizar que lo que vamos a recaudar se dedicará al cien por cien en investigación y becas en distintos hospitales españoles.

En segundo lugar, lo que diferencia a la fundación es que Pepe Baselga era un visionario. Cuando trabajó en Boston y Nueva York se dio cuenta de lo importante que es la investigación traslacional, que es la que pone en contacto la investigación clínica de los laboratorios con la actividad de los médicos oncólogos en las plantas de hospital. Ese enfoque hace que todo lo que descubren los primeros sea accesible al paciente de la manera más rápida posible.

A todos los donantes les podemos garantizar que lo que vamos a recaudar se dedicará al cien por cien en investigación y becas en distintos hospitales españoles

Y es un enfoque muy directo.

Pero no está implantado en todos los centros, lamentablemente. Lo que nosotros promovemos es que lo que haga el investigador en un laboratorio llegue al paciente a través del médico oncólogo.

Lo que nosotros promovemos es que lo que haga el investigador en un laboratorio llegue al paciente a través del médico oncólogo

¿De qué manera se decide el destino concreto de los fondos recaudados?

Nuestro sistema de actuación tiene dos líneas. Una incluye becas con las que potenciamos el talento investigador joven. Muchas de estas personas no tienen la suerte de contar con ayudas suficientes en España y necesitan el apoyo de entidades privadas como la nuestra para hacer su trabajo.

Comenzamos entregando una beca de 70.000 euros en 2009. Y este año entregaremos en la gala FERO de Madrid nuestra beca número 50. Cada una de las becas actuales tiene una dotación de 80.000 euros y está abierta a cualquier persona que trabaje en este ámbito dentro del territorio español. Además, se admiten distintos enfoques: biotecnólogos, químicos, médicos… Los perfiles son muy variados.

Por mencionar algunos casos recientes, el pasado mes de mayo entregamos becas a la Dra. Mariona Graupera, de la Fundació Josep Carreras, para entender el proceso de la metástasis en el cáncer de mama, al Dr. Jon Zugazagoitia, que investiga el cáncer de pulmón en el 12 de Octubre y a Francisco Martínez-Jiménez, que es bioinformático en Hospital Vall d’Hebron.

Comenzamos entregando una beca de 70.000 euros en 2009. Y este año entregaremos en la gala FERO de Madrid nuestra beca número 50

También tienen otra beca extraordinaria.

Así es. Cuando en 2021 falleció el doctor Baselga, lanzamos una beca a su nombre con una dotación económica de 300.000 euros. Su magnitud es muy importante y permite una dedicación exclusiva durante dos años. La primera de ellas la concedimos al Dr. Ignacio Melero, de la Clínica Universitaria de Navarra.

Y luego está la segunda línea de actividades.

En efecto. En ella encontramos las alianzas estratégicas que tenemos con diferentes centros, como el Hospital 12 de Octubre, o el Vall d’Hebron, o el Hospital Clínico de Valencia.

Cuando un donante nos dice que quiere apoyar la investigación de un determinado tipo de cáncer, nosotros podemos ofrecerle una cartera de proyectos compatibles con ese apoyo. Intentamos que esas ayudas tengan una naturaleza plurianual, de tres años, que se van renovando en el caso de que el donante esté contento con el progreso del proyecto. Y por este motivo les pedimos a los investigadores que nos envíen regularmente informes de todos sus avances.

Otra cosa importante para una fundación benéfica es la celebración de eventos. ¿Cómo son los de ustedes?

Tenemos dos grandes eventos que nos permiten recaudar dinero al cabo del año. Uno lo hacemos en Barcelona y otro en Madrid. El más reciente de Barcelona se celebró en el MNAC el pasado 22 de mayo y acogió a más de 750 personas, incluyendo a representantes de empresas, sociedad civil y donantes a título individual, además de la comunidad científica más relevante del panorama nacional. El de Madrid se celebrará el próximo 13 de noviembre. En nuestros eventos anuales recaudamos del orden de un millón de euros que se destinan íntegramente a investigación.

Por otra parte, una cosa muy bonita que tenemos en esas galas es un contador que se vincula a un proyecto concreto de investigación. En este caso, estamos financiando un proyecto espectacular en el Vall d’Hebron, con 300.000 euros. Es un programa de diagnóstico molecular avanzado (DIAMAV), dirigido por la doctora Ana Vivancos, que es accesible para pacientes que ya no tienen otra opción terapéutica, las terapias existentes ya no les funcionan y el programa les abre las puertas a terapias novedosas dentro de ensayos clínicos. Este año recaudamos 60.000 euros gracias al contador de la gala de Barcelona.

Además de esto, tenemos torneos de golf solidarios y algún evento especial más. Por ejemplo, hace un tiempo, la artista Cecília Bofarull murió tras 11 años de tratamiento. Ella generó mucha empatía entre las personas del ecosistema científico y celebramos una exposición benéfica en la que otros 40 artistas, amigos suyos, pusieron sus obras a nuestra disposición de manera gratuita para que las pudiéramos subastar.  

En nuestros eventos anuales recaudamos del orden de un millón de euros que se destinan íntegramente a investigación

La transparencia absoluta es una preocupación para ustedes y su manera de trabajar.

Del todo. Nosotros estamos auditados todos los años y las cuentas se pueden consultar sin dificultad. Publicamos una memoria anual en la que se cuenta todo lo que ingresamos, todo lo que gastamos y todo lo que dedicamos a proyectos de investigación.

Nosotros estamos auditados todos los años y las cuentas se pueden consultar sin dificultad

Usted no es oncóloga pero sí tiene experiencia en este terreno. ¿Cree usted que se le ganará la batalla al cáncer en los próximos años?

El doctor Baselga decía que su sueño era curar el cáncer y que lo podría curar. Cuando le diagnosticaron el síndrome de Creutzfeldt-Jakob, dijo que si hubiera vivido seis meses más habría curado el cáncer. Y son unas palabras emocionantes, porque está en la mente y el corazón de todos el que eso ocurra.

Con la Agenda 2030, uno de los grandes objetivos que se proponían los gobiernos era que se curaran el 70% de los tumores. No creo que se cumpla en el tiempo previsto, pero sí que estamos avanzando cada vez más en el entendimiento de cómo se comporta la enfermedad. Los ensayos clínicos están cada vez más en auge y tenemos mayor acceso a ensayos clínicos.

Además, cada vez nos cuidamos más de entablar una mejor comunicación con el paciente, porque, por decirlo de algún modo, hasta ahora había sido el eterno olvidado. Actualmente organizamos pitches científicos en los que reunimos a oncólogos, investigadores becados y pacientes de todos los tipos de cáncer para que unos les cuenten a otros cómo se sienten en los momentos del tratamiento, qué necesidades tienen como personas y pacientes… Para Baselga estos pacientes son los auténticos héroes, y hay que darles voz.

El Dr. Baselga dijo que si hubiera vivido seis meses más habría curado el cáncer

A diferencia de Estados Unidos, en España cuesta que alguien diga abiertamente que es mecenas de una causa social.

Creo que existe una tradición de no hacer visible esa ayuda. La gente prefiere tener un perfil discreto y que no se sepa lo que hacen, no sea que vayan a figurar. En Estados Unidos, es todo lo contrario. Cuando vas al Museo Metropolitan de Nueva York, te encuentras con que cada ala, cada pabellón, cada instalación tiene una placa a nombre de un donante o patrocinador. Creo que aquí tenemos un problema de humildad mal entendida.

Por otra parte, la ley no ayuda mucho. Hasta hace nada, se iba a dar luz verde a la desgravación del 40% en donaciones de patrocinio y mecenazgo, pero las elecciones al Congreso lo han paralizado, así que nos mantenemos en el 35%. En Estados Unidos, se pueden desgravar en 100% de la donación.

En España existe una tradición de no hacer visible la ayuda. La gente prefiere tener un perfil discreto

¿Por qué cree que la visión americana del mecenazgo no se ha podido implantar aquí?

Primero, por la ley que le mencionaba. Segundo, por un tema de mentalidad. En Estados Unidos hay un mayor sentimiento orgullo de pertenencia hacia las organizaciones y nadie tiene el menor problema en decir y expresar que lo siente. Y no lo hace por vanagloriarse o por falsa modestia, sino por inspirar.

A las personas del patronato de la Fundación FERO les digo que tienen que proclamar que apoyan esta causa, porque su labor es esencial y la gente tiene que conocerla. Es una manera de animar a otros donantes.

Desde enero de 2023, Sandra Miranda Cirlot es la directora de fundraising y captación de fondos de la Fundación FERO. Nació en Barcelona, hizo los cursos de doctorado en arte contemporáneo y obtuvo el DEA (Diploma de Estudios Avanzados) en la UB. Trabajó en la Fundación MACBA
(Fundación Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona) y aprendió a buscar a mecenas. Perfeccionó esa técnica con un postgrado y se dedicó a ello profesionalmente hasta que recaló en la Fundación FERO, convencida de que la investigación científica es la piedra angular de la lucha contra el cáncer. Para ella, trabajar aquí, es “un sueño hecho realidad”.

 

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