Inditex ha tomado la decisión de cerrar próximamente las tiendas que tenía operativas en los aeropuertos españoles de Madrid-Barajas y El Prat en Barcelona, según ha comunicado recientemente el grupo textil a AENA.
La compañía textil deberá ahora negociar los contratos de alquiler de los espacios con el operador aeroportuario, según ha adelantado hoy el diario digital Vozpópuli, que recuerda que el gestor aeroportuario anunció al principio de la crisis su compromiso de no cobrar alquiler a sus inquilinos ante el desplome total de pasajeros.
Fuentes próximas a Inditex han confirmado a Efe que la decisión del cierre de las tiendas que el grupo tiene en los dos aeropuertos españoles, Madrid-Barajas y El Prat, era algo que se venía estudiando dentro de “la estrategia de integración y el desarrollo del online” puesto en marcha.
Inditex deberá ahora analizar con AENA la situación de cada una de las seis tiendas que tiene en ambos aeropuertos, dos de Zara, dos de Massimo Dutti y dos de Uterqüe, y ver de qué manera se absorbe esa actividad, en el online o en la red comercial.
Inditex, que tiene actualmente presencia en aproximadamente una docena de aeropuertos del mundo, hace algunos años ya tomó la decisión también de cerrar las tiendas que tenía en el aeropuerto londinense de Heathrow.
De momento, la compañía no se ha pronunciado sobre si la decisión de abandonar los aeropuertos españoles al cerrar sus tiendas se extenderá al resto del mundo.
La crisis del coronavirus ha provocado que Inditex sufra pérdidas por primera vez en su historia y en su primer trimestre fiscal, de febrero a abril, se dejó 409 millones de euros por el cierre de sus tiendas durante a la pandemia.
En este contexto, el presidente de la compañía, Pablo Isla, presentó un plan para los próximos dos años, según el cual la empresa acelerará y ampliará su estrategia de anticipación a la transformación digital para que la venta online suponga el 25 %, mientras que cerrará 1.200 establecimientos este año y el siguiente.
Isla vinculó el plan de “concentración de tiendas” a la estrategia de los “últimos ocho años” y sus proyectos a largo plazo, y no a la crisis del coronavirus.
AENA, que presentó sus resultados del primer semestre del año el pasado martes, perdió 170,7 millones frente a unas ganancias de casi 559 millones de hace un año, debido a la caída del tráfico aéreo como consecuencia de las restricciones a la movilidad impuestas para frenar la expansión del coronavirus.
Los ingresos de AENA por las Rentas Mínimas Anuales Garantizadas (RMGA) correspondientes al periodo del estado de alarma (del 15 de marzo al 20 de junio) ascendieron a 198,6 millones de euros, dado que existe un derecho contractual a percibirlas por parte de AENA.
Estas rentas formarán parte de las negociaciones contractuales que la compañía tiene previsto ahora mantener con cada uno de los operadores comerciales.
AENA ha negociado otras medidas con las empresas que prestan servicio en los aeropuertos, clientes y arrendatarios, en relación con el impacto de la pandemia, y el importe aplazado por diferentes conceptos asciende a 83,6 millones de euros, de los que corresponden a los operadores comerciales 18,6 millones y a las aerolíneas, 65 millones.