Yo creo que los humanos nos dividimos en dos grandes grupos, y no voy a hablar aquí de sexos, hombres y mujeres, que también, sino en el de los impulsivos y el de los reflexivos. Sí, es cierto que como en aquello del blanco y el negro, hay diversos tonos de gris en el camino pero creo que se me entiende. Entre los que reaccionan a impulsos, yo coloco a muchos amigos y conocidos, que ya están enarbolando lo que sea, la pancarta, la bandera, la voz de protesta, mientras que los que tenemos tendencia a tomarnos un respiro antes de desahogarnos, hemos decidido apurar algo más el tiempo hasta analizar con cautela lo que ocurre antes de proclamar que, como mis amigos impulsivos, hasta aquí se podía llegar.
Pues bien, creo que ahora mismo, los dos grandes grupos humanos se están uniendo, y la reflexión y el análisis no lleva a otro lugar que a decir que esto no tiene buena pinta. Lo último del gobierno central ha sido poner un montón de medidas sobre la mesa para evitar la intervención de Europa en la economía española .Un empresario me comentaba el fin de semana pasado que, mires la que mires, de esas medidas, todas penalizan al empresario. Es curioso, porque una amiga funcionaria me decía lo mismo, que si todo esto criminaliza al colectivo de trabajadores públicos, lo que nos ha llevado a ver a policías y bomberos en ambos lados de las manifestaciones.
Nos están diciendo como se es europeo. O así, o no se es… Durante décadas, España ha sido Europa sin serlo, sin tener sueldos europeos, sistemas de protección europeos, sin experiencia europea, y en cuestión de meses, casi de semanas, nos acaban de decir que las cosas deben ser así, y punto. Los del grupo de los reflexivos hemos estado durante este tiempo calibrando si las cosas podían enderezarse, que a lo mejor no había para tanto. Por supuesto, habrá que seguir mirando al frente, nada de bajar los brazos, pero no, la cosa no tiene buen aspecto…