Por mucho que hayamos avanzado en temas tecnológicos y de progreso, la condición humana es la que es, y en tema de conquistas sociales existen aún prejuicios sobre el papel de la mujer en el mundo empresarial. Hoy les presentamos una asociación cuyo objetivo es coordinar precisamente proyectos de igualdad de género en los países mediterráneos. Se trata de Afaemme, y hablamos con su presidenta, Helena de Felipe.
“Si alguien llega con un proyecto que no tenemos claro, lo decimos claramente. Pero si vemos algún tipo de futuro, entonces nos ponemos en marcha y acompañamos en todo instante a la emprendedora, le hacemos un coaching total”
“Entre las cosas que procuramos trabajar es gestionar esas buenas ideas que nos llegan, Así que una buena estrategia es escoger qué banco es el más idóneo. Y si no lo encontramos, lo buscamos a través de inversores privados”
“En general, a las mujeres les falta ese punto de ambición del poder por el poder, aunque hoy en día se han hecho avances en sectores como la medicina, la comunicación, o el derecho, en los que hay más equilibrio entre hombres y mujeres”
Empecemos si le parece por el principio. ¿Qué es Afaemme?
Son las siglas de la Asociación de Federaciones y Asociaciones del Mediterráneo, una organización fundada hace once años, en 2002, cuyos miembros son cuarenta y una asociaciones de empresarias procedentes de 22 países del Mediterráneo: Albania, Argelia, Croacia, Chipre, Egipto, Eslovenia, España, Francia, Grecia, Italia, Israel, Jordania, Líbano, Malta, Mónaco, Marruecos, Montenegro, Palestina, Portugal, Siria, Tunez y Turquía.
Y el Mediterráneo es el nexo de unión
Exacto. Utilizando una terminología oficial diríamos que es un lobby que se dedica a coordinar proyectos de igualdad de género en negocios europeos y mediterráneos. Es una plataforma de redes para empresarias y empresarias de todo el Mediterráneo y una puerta de entrada para el fortalecimiento de la igualdad de género que facilita el acceso de las mujeres a la toma de decisiones en la economía.
Y la sede está en Barcelona…
Es una de las ciudades clave en el arco mediterráneo, sede de la Unión por el Mediterráneo, aunque el proyecto está ahora algo parado. Y sí, fue aquí cuando arrancamos esta singladura hace ya unos años, en 2002.
Y han crecido rápidamente en número
Como le decía, somos 41 organizaciones distintas de 22 países. El objetivo principal es impulsar y tutelar proyectos de género y empresa mediterráneos y europeos, acompañar en procesos de internacionalización, hacer networking para todas las miembros de las diferentes organizaciones.
Pues deben ustedes recibir muchos proyectos de mujeres que quieren iniciar su camino emprendedor
Si, pero anteponemos el realismo ante todo. Si alguien llega con un proyecto que no tenemos claro, cuyo plan de tesorería es flojo o no le vemos futuro, lo decimos claramente, e intentamos no darle más vueltas. En estos casos, es preferible hablar claro. Pero si vemos algún tipo de futuro, entonces nos ponemos en marcha y acompañamos en todo instante a la emprendedora, le hacemos un coaching total…
Si, pero si los bancos no conceden los fondos necesarios, será difícil…
Bueno, no hay duda de que este es un momento difícil, pero hay oportunidades, y entre las cosas que procuramos trabajar es gestionar esas buenas ideas que nos llegan, pero también con esas mujeres que tienen ganas de salir adelante como sea. Así que una buena estrategia es escoger qué banco es el más idóneo. Y si no lo encontramos, lo buscamos a través de crowdfunding o de inversores privados.
Detrás de este éxito empresarial por parte de la mujer, usted ha sido de las personas que ha luchado más por el concepto de la conciliación familiar y laboral
Sí, pero deberíamos incluir al hombre también en esta ecuación. La mujer ya hace tiempo que está conciliando la vida familiar y laboral. Y mucho, además.
¿El hombre no?
No, por supuesto. El hombre tiene aún esa asignatura pendiente. Ella puede irse fuera y tiene que dejar post-its por toda la casa para que el hombre sepa dónde tiene la cena, o a quién tiene que llamar. En cambio, él se puede ir a una feria en Frankfurt y con “adiós cariño” ya basta. Y esto es lo que hay que cambiar.
Ya que estamos desmontando estereotipos, ¿qué me dice de la falta de ambición que se achaca a la mujer en puestos directivos?
Bueno, no negaré que en general, y siempre en general, a las mujeres les falta ese punto de ambición del poder por el poder, aunque hoy en día se han hecho avances en sectores como la medicina, la comunicación, o el derecho, en los que hay más equilibrio entre hombres y mujeres.
Pero aún hay sitios vedados…
Efectivamente, en los más altos cargos empresariales, la mujer aún no tiene presencia. Aunque si vemos un consejo de administración, con 3 mujeres y 8 hombres, ni que sea en esta desproporción, pensamos que algo se ha avanzado.
Entonces, el problema seguimos siendo los hombres…
No, no, tampoco es eso. Pero uno de los retos que tenemos que afrontar es lo que hemos llamado “how to engage men”, es decir, como podemos enrolar, concienciar al hombre de que cinco mas cinco en casa es mejor que seis y cero, es decir que el esfuerzo conjunto vale mucho más la pena que no si es individual.
A muchos ya nos parece lógico
Si, pero para ello se requiere un esfuerzo y por ambas partes. Es verdad que a la mujer le sigue preocupando tener el trabajo a una hora de distancia, y eso hay que cambiarlo. De ahí que siga siendo necesario empezar desde abajo, desde el colegio, para continuar en la universidad, y así, normalizar las cosas.
¿Cree que cuando llegue ese día de total normalización, se acabarán las asociaciones de mujeres, la semana de la mujer, o las discusiones sobre la paridad impuesta?
Bueno, eso significaría que se ha llegado a un equilibrio en que hombres y mujeres, con sus parecidos y diferencias, han llegado a un estadio superior, en que todos son personas, con indiferencia de su sexo.
Creo que aún falta tiempo
Si, yo también creo que queda mucho camino por recorrer. Pero fíjese, las mujeres españolas somos ya todo un referente para otras mujeres en otros países, como Jordania, Palestina o Marruecos. Ellas hoy contemplan nuestros logros y quieren conseguir los suyos. Y eso es gratificante.