Vicente Font

Consultor y Profesor Ordinario de Dirección Comercial de IESE

Asesoramiento particular

“En tiempos de crisis también hay buenos emprendedores”

Vicente Font explica, entre otras cosas, que ha tenido la suerte de haber trabajado en compañías muy grandes y en momentos realmente espectaculares porque cualquier cosa que ahora suceda le suena a situaciones por las cuales ya ha pasado antes.
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Los alarmantes titulares que leemos cada día en los periódicos sobre la evolución de la crisis no deberían hacernos perder cierta objetividad para diferenciar aquello que es noticia de aquello que es importante. Porque sólo con perspectiva podemos valorar el alcance de la situación en la que estamos inmersos y, sin perder la calma, ver qué podemos hacer para mejorarla. Así que nada mejor que un consultor con experiencia para que nos cuente como ve esta coyuntura.

“¡Claro que en tiempos de crisis hay emprendedores! Sobre todo jóvenes con ganas de ayudar a empresas y que por si mismos ya son capaces de generar negocio. Aunque ahora se gane mucho más siendo funcionario que estando en una empresa privada”

“Todavía los jóvenes siguen teniendo trabajo, y el mundo global ayuda a que la gente, aquella que vale, aquella que es emprendedora y con ganas de trabajar, se coloque en todas partes”

“Muchas empresas están trabajando en diferentes países, y no sólo en el nuestro, así que si la producción baja en España puede compensarse la situación con los rendimientos que se obtienen en otros países”

Usted es consultor. Así que con el tema de la crisis, debe haber empresas que necesiten tener a alguien en quien confiar…
Bien, depende mucho. Hay empresas que sí y otras no tanto, hay muchos factores. Hay compañías que buscan asesoramiento cuando tienen dinero y cuando tienen problemas no dicen nada y prefieren aguantar el chaparrón a solas. Creo que en el fondo a la gente le da vergüenza decir que su empresa ha perdido dinero. Pero estamos perdiendo este sentimiento y esto está bien. 

No sólo sucede en el aspecto empresarial. 

Ocurre igual con la formación. Hay gente que vienen a IESE cuando las cosas van mal  o sólo cuando tienen dinero como inversión. De hecho, las grandes consultoras viven mucho mejor en época de boom que no en los momentos de las crisis.

Este es uno de ellos.
Ahora van todas regular. Quizá hay gente, entre los que me podría incluir, que aún en estos momentos ciertamente difíciles intenta mantener el trato y la relación más allá del ámbito estrictamente profesional. Pero las cosas se ponen difíciles cuando hay dinero por medio, porque las empresas que, por ejemplo, afrontan la crisis por primera vez y hasta ahora las cosas les iban bien, confían en que de un modo u otro la cosa se arregle o el banco les ayude.

¿Usted cree que esta crisis se parece a la que vivimos hace unos ocho años, con el cambio de siglo?

Sí, se parece mucho, aunque ha trascendido más. Creo que la única diferencia esencial es que no sabemos cuál es el abasto total de las llamadas hipotecas subprimes que en Estados Unidos han desencadenado todo el proceso. Ha pasado más de un año y aún estamos valorando el alcance.

La perspectiva histórica que tiene debe proporcionar cierta tranquilidad. 
Mire, he tenido la suerte de haber trabajado en compañías muy grandes y en momentos realmente espectaculares. Así que cualquier cosa que ahora suceda me suena a situaciones por las que, de una manera u otra, ya he pasado antes. Además, el hecho de no ser un consultor típico de hacer proyectos a largo término sino dedicarme a ayudar problemas concretos, el enfoque también es otro. 

¿Y ha trabajado solo o en equipo?
No, siempre con gente. Es muy difícil trabajar solo, porque para definir una estrategia es mejor contar con más gente para evitar el máximo de errores. Creo que el no tener un contraste de pareceres es un punto de vista equivocado. Porque entre otras cuestiones, los problemas nunca provienen de un solo factor. Normalmente, hay varios.

Como esta crisis. No sólo ha sido el tema de las subprimes
Claro. Ha habido otros, y uno de los importantes ha sido el del petróleo. Ahora ya sabemos que no subirá, pero ha habido un periodo de tiempo de mucha incertidumbre. Y luego está la globalización. Las crisis han dejado de ser locales y tienen un alcance internacional. En este sentido, creo que China ha contribuido, porque al dejar de consumir ha significado que ha dejado de importar.

Y no sólo en China. Aquí la parálisis también se ha notado.  
Sí, ha habido una bajada. Y han sido demasiados años de bienestar. Este factor no lo podemos olvidar.

Y a la caída de consumo se añade el aumento del paro. 
Sí, claro, la crisis repercute en todas partes y en todos los aspectos económicos. Y entonces se dan situaciones como que, por ejemplo los alimentos para niños en las farmacias han bajado sus ventas y ahora se compran más las marcas que llamamos  blancas, estas del low cost, que te permiten comprar tres unidades al precio de una.

En tiempos de crisis, no sé si hay mucho emprendedor.

Yo creo que sí. A pesar de todo. Sobre todo chicos jóvenes con ganas de ayudar a empresas en plena crisis y que por si mismos ya son capaces de generar negocio. Pero hay que tener en cuenta que ahora se gana mucho más siendo funcionario que estando en una empresa privada.

Las previsiones no son muy optimistas. 
Todavía los jóvenes siguen teniendo trabajo, y el mundo global ayuda a que la gente, aquella que vale, aquella que es emprendedora y con ganas de trabajar, se coloque en todas partes. Admito que tenemos un problema, el que no hay dinero y tampoco los bancos dan créditos. Y esto provoca un efecto dominó: sin banca las empresas pequeñas desaparecen, y las que son un poco más grandes pueden aguantar aunque a trancas y barrancas.

Usted que conoce el tema, ¿puede avanzarnos cómo irán las cosas en los próximos meses?
 
La impresión que tengo es que muchas empresas ya no van a ir a peor. Admito que ha sido un bajón muy grande, sí, pero en algunos campos empresariales creo que ya se ha tocado fondo. 

¿Y usted cree que nuestro país está preparado para afrontar una situación como esta?
Bien, el sistema lo tiene complicado, y ahora es cuando hacen falta empresarios con mucho empuje, con mucha iniciativa. Con ganas de expandirse. ¿Ve? Una cosa que no se dice mucho y que ayuda a capear la situación es que muchas empresas están trabajando en diferentes países, no sólo en el nuestro, así que si la producción baja en  España puede compensarse la situación con los rendimientos que se obtienen en otros países.

Pero después del aparente crecimiento real que hemos tenido durante años, ¿cómo es que ahora estamos a la cola en productividad?
Creo que al crecimiento han contribuido muchos factores, y no de ellos ha sido el de generar unos trabajos que sin representar grandes sueldos han permitido salir adelante. La vorágine consumista también nos ha llevado a unos extremos que eran francamente difíciles de sostener.

De hecho, somos un país de servicios y de producción.
Sí, y la capacidad de maniobra ha disminuido considerablemente. Creo que aún se pueden hacer muchas cosas, pero los políticos tienen mucha menos capacidad de acción que la que tenían antes. Desde que España está en la Comunidad Europea y el Euro es nuestra moneda que compartimos con otros muchos países, todo resulta mucho más difícil de mover. Las posibilidades son limitadas y la iniciativa ya no resulta tan fácil como lo era hace unos años. 

Hay pocas medidas que el Ministerio de economía pueda implantar.

Tienen unos fondos, pero estos son limitados, y más o menos pueden ayudar en una época de crisis para aquello que resulta prioritario. Y siempre y cuando no se trate de cantidades que desestabilicen la economía.

 

El currículum académico de Vicente Font es ciertamente impresionante: Licenciado en Ciencias Matemáticas por la Universidad Complutense de Madrid, doctor en Ciencias Económicas por la de Barcelona y Máster en Economía y Dirección de Empresas en IESE. Font es Profesor Ordinario de Dirección Comercial de IESE.

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