Quedan apenas dos semanas para que comience Semana Santa, un periodo de festividad que según pronosticaban los expertos hace un año, esta sería una Semana Santa con muchas dificultades, ya que la crisis habría llegado al consumidor final, es decir, el ciudadano.
Pero dos semanas antes de estas fechas se está demostrando que los pronósticos, a veces, fallan. O sólo son pronósticos, ya que en algunas zonas turísticas tienen el cupo de capacidad semi-lleno, con volúmenes que oscilan entre el 60% y el 85%.
La psicología de los ciudadanos ha sido totalmente imprevisible porque, aunque no haya dinero, o el poco que hay en las familias, ha quedado demostrado que hay que destinar una parte al ocio. Según aseguran algunos, la gente necesita desconectar, ya que ha sido un año difícil. El dinero va buscado y el paro es un dato que está de moda, y es que el 5% de las familias españolas no tiene a ningún miembro trabajando y esta es una situación muy crítica.
La solución a esta crisis, primero inmobiliaria y seguida por el sector bancario, es crear un banco mundial apoyado por los estados, donde este compre todos los activos tóxicos del sistema bancario para dar un poco de oxígeno a la banca e intentar de nuevo reactivar el consumo, la base de todo el proceso, así que las familias españolas han decidido destinarlo a las vacaciones de Semana Santa.
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