Anna Sabaté

Atriz y formadora

Teatro y conciencia

“Actuar no es mentir, sino decir la verdad a través de una máscara”

Anna Sabaté tiene un método para conectar a las personas consigo mismas mediante artes escénicas
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Hoy visitamos lo que podríamos confundir erróneamente con una academia de teatro. En realidad, es un espacio donde las personas conectan consigo mismas, a través, eso sí, de las artes escénicas. Anna Sabaté, promotora de un método homónimo, nos recibe en su Espai Philae de Barcelona.

¿Cómo fueron los inicios de su iniciativa, el Espai Philae?

Lo fundé en 2019, con mis cursos de teatro y consciencia. Comenzamos unas 30 personas y, en poco menos de cinco años, el número los participantes se ha ampliado a unas 150. Tenemos diversas ofertas y propuestas formativas, que van cambiando de manera trimestral, más o menos.

El Espai Philae es una puerta de entrada a la conexión con uno mismo; a su parte más genuina y auténtica; al aquí y al ahora de cada persona.

El Espai Philae es una puerta de entrada a la conexión con uno mismo; a su parte más genuina y auténtica; al aquí y al ahora de cada persona

¿Y cómo nació? ¿Qué notó usted que le faltaba al mundo para desarrollar el Espai?

Diré que tenía unas alumnas que me empujaron a hacerlo. Más específicamente, una de ellas, Ariadna Puig, me insistió para que abriera una escuela de artes escénicas y las pusiera al servicio del despertar de la conciencia. Aunque también es cierto que en una parte de mí, la más intuitiva, esa idea ya existía en la forma de una fantasía.

Hasta aquel momento yo era una profesional autónoma, que iba por las empresas y las escuelas facilitando formaciones y cursos.

Sus alumnas fueron muy persuasivas, parece.

En efecto. Y acepté crear el proyecto porque las transformaciones que estas alumnas alcanzaban eran tan evidentes y claras, y se empoderaban tanto e integraban tantas herramientas, que pensé que tenía mucho sentido que aquello llegara a más gente.

El teatro, y las artes escénicas en general, son algo intangible, basado en el hemisferio derecho del cerebro y en la inteligencia emocional. Pero también son un entrenamiento permanente para que las personas puedan afinarse.

Las artes escénicas también son un entrenamiento permanente para que las personas puedan afinarse

¿En qué sentido?

En el de que lleguen a un estado de meditación activa y desidentificado de su personalidad más rígida y limitante. En fin, para que puedan vivir una vida más creativa, y encuentren nuevas alternativas y soluciones, se permitan más el error, emprendan con sus propias ideas y realicen sus seños.

Eran tantos los beneficios que pensé que aquello tenía que llegar a todo el mundo.

Usted se formó como actriz, pero también como orientadora de personas.

He estudiado e incorporado mucho de la metodología Gestalt. Aunque mi bagaje es totalmente actoral. Y me encontré con muchas dificultades cuando me di cuenta de que actuar no es mentir, sino decir la verdad a través de una máscara.

Actuar no es mentir, sino decir la verdad a través de una máscara

Caramba. ¿Qué quiere decir?

Oscar Wilde decía que el ser humano no es sincero cuando le toca interpretarse a si mismo. Sin embargo, si se le da una máscara, dirá la verdad. Cuando estudié técnicas de interpretación, resultó que mis traumas y heridas del pasado pesaban tanto, y me quería defender tanto de ellos, que me cree un muro para evitarlos. Y ese muro me impedía desarrollar mis habilidades como actriz.

Cuando estudié técnicas de interpretación, resultó que mis traumas y heridas del pasado pesaban tanto, y me quería defender tanto de ellos, que me cree un muro para evitarlos

¿Y qué hizo?

Pues que tuve que “desmontar” al personaje expresivo en el que yo sobrevivía para poder reaparecer como otro personaje y poder contar mi historia. Fue un trabajo de muchos años, duro, como abrir una caja de Pandora. Llegué a una nueva dimensión de mí misma.

Como viví todo aquello personalmente, advertí que tenía cierta autoridad para transmitirlo a otras personas que, por ejemplo, dicen que no están a gusto en sus trabajos, o viviendo la vida que tienen, o con la pareja que están.

De acuerdo.

La pregunta clave aquí es: ¿desde dónde vive la persona ese disgusto? ¿Desde ella misma y su verdad, o desde un personaje que se ha construido? Si es lo último, podemos desmontar el personaje y volver al origen. Y entonces nos damos cuenta de disponemos de todos los recursos necesarios para lidiar con esos problemas.

Pero cuando nos creamos un personaje, tenemos una visión limitada de nosotros mismos. El arte de la actuación nos enseña que el ser humano es pura contradicción: blanco y negro, todo a la vez.

El arte de la actuación nos enseña que el ser humano es pura contradicción: blanco y negro, todo a la vez

Ese trabajo, que es individual, se propone en grupos. ¿De qué manera se conjuga lo grupal y lo personal?

Esa es una parte muy interesante, que desarrollamos en las clases y cursos. Lo hacemos todo con gran rigor profesional y nuestra escuela es académica, con obligatoriedad de asistencia y cumplimiento de la puntualidad. Pensamos que hay que crear un espacio sagrado para que el grupo se sienta en confianza. Si hay desequilibrios, y cada cual hace lo que quiere, entonces no hay cohesión.

Por otra parte, no olvidemos que el teatro es un juego; un lenguaje simbólico; una codificación que te pone en contacto con el mundo de las metáforas y los arquetipos. Cuando entras en el juego, no te das cuenta, pero también te adentras en el mundo del inconsciente y te cuesta menos abrirte.

Si a una persona se le pide que se abra ante los demás desde una posición muy racional, sus mecanismos de defensa saltarán al momento. Pero hacerlo desde el arte es algo muy distinto.

Si a una persona se le pide que se abra ante los demás desde una posición muy racional, sus mecanismos de defensa saltarán al momento. Pero hacerlo desde el arte es algo muy distinto

¿Ha observado si alguien que comenzó con usted ha decidido hacerse actriz o actor?

Pues sí. Hay gente que pasa por mis cursos y que descubre que es actor o actriz. Y yo mismo los empujo a que vayan a profesionalizarse a escuelas.

Lo más maravilloso es descubrir cuál es tu talento y atreverte a ir a por él. Hay que tener coraje para evitar que los elementos externos te condicionen. Mucha gente te dirá que no te vas a ganar la vida con el teatro y hay que ser valiente para decirles que tienes la certeza de que aquello es lo tuyo.

Lo más maravilloso es descubrir cuál es tu talento y atreverte a ir a por él

Usted nota rápidamente el talento de sus alumnos. O lo que les sucede.

Bastante. Cuando nos conocemos el primer día, les hago un chequeo. Los actores hacemos radiografías de la gente. Somos superintuitivos y muy observadores. Además, poseemos conocimiento del ser humano. La propia posición corporal de la gente, o el modo cómo te miran, ya nos dice mucho. Es como si escucháramos el comportamiento.

Los actores hacemos radiografías de la gente. Somos superintuitivos y muy observadores

¿Interpretar es comunicar?

Sí. Pero con matices. A diferencia de los comunicadores, los actores expresan. Y la diferencia entre comunicación y expresión es que en lo primero te puedes distanciar de lo que comunicas. Pero en lo segundo, cada cual expone su mundo interno y empuja las palabras desde lo emocional. Actores y comunicadores comunican, pero los actores dan un pequeño salto más.

¿Opina que este tipo de métodos deberían trabajarse a cualquier edad?

Seguro que sí. A título de ejemplo, nos llaman algunos padres porque ven que los jóvenes están con temas de enfermedades mentales y nos preguntan cuándo haremos cursos de teatro para ellos. Se entiende que son cursos de desarrollo de la persona, no del niño como actor. Lo que nos piden son herramientas que les ayuden a sostenerse en si mismos, y a tener unos valores y una ética que el teatro les proporciona. También autoestima.

Yo creo que estamos bastante desconectados.

¿Por qué lo dice?

Si usted le dice a un niño, aunque sea de manera inocente, que es tonto, y usted no es consciente de cómo ello impacta en su mente, hay un momento en que el niño se desconectará para no sentir ese impacto. Entonces comienza a vivir desde la cabeza para agradar y satisfacer a sus padres y profesores. Y deja de sentir. Y en cuanto deja de sentir, su desarrollo humano es más difícil.

¿La adolescencia es la mejor edad para comenzar a practicar?

Pues sería lo ideal, pero es más bien complicado a esa edad. La persona se encuentra definiendo su personalidad y la vergüenza es mucha. En cambio, los adultos tienen más conciencia y ven las cosas con retrospectiva: cuándo han tropezado con la misma piedra, cuándo entienden que hay que trabajar para mejorar…

Yo creo que sería bueno ver que si sus hijos comenzaran desde muy pronto a hacer esto, no necesitarían tanta terapia de mayores. Tendrían una mayor conciencia de su cuerpo y de lo que el cuerpo les pide. Al final, todo está grabado ahí.

¿Usted sigue actuando? ¿O su faceta empresarial ha limitado su trabajo actoral?

Tengo una doble vida. Estoy aquí en el Espai, pero también tengo que seguir entrenándome como actriz. Primero, para seguir viva y no encartonarme, y estar conectada a las clases. Pero, aparte, tengo que estar preparada cuando salen proyectos.

Soy actriz, pero la vida me puso una serie de sincronicidades que me empujaron a terminar aquí. Mi propósito no era el de abrir una escuela de desarrollo personal. Más bien fue mi experiencia como actriz la que me llevó a reinventarme y autodescubrirme para poder ayudar a otras personas. He terminado siendo empresaria aunque como artista no me lo había planteado.

Mi propósito no era el de abrir una escuela de desarrollo personal. Más bien fue mi experiencia como actriz la que me llevó a reinventarme y autodescubrirme para poder ayudar

¿Se puede venir a ver alguna representación al Espai Philae¿

Se puede venir a ver algunos finales de curso. Y algunos cursos intensivos de verano. Por ejemplo, ahora en julio vamos a hacer un Máster del Cuerpo Creativo. Tenemos otros más: comunicación y oratoria; improvisación teatral; expresión corporal; respiración… La oferta es variada para que cada cual elija el que más le guste.

¿Hay alumnos que repiten y se reenganchan?

Los hay. Vienen porque se dan cuenta de que el cuerpo es como una goma elástica que se estira cuando es necesario, pero que vuelve a su sitio si no se practica. Actores y bailarines lo tienen muy claro: si dejan de entrenar, pierden.

Anna Sabaté es licenciada en Interpretación (Institut del Teatre) y titulada en Coaching y Liderazgo, además de poseer un Máster Practitioner en PNL y otro en Coaching ejecutivo y personal. También se graduó como actriz y profesora en la Técnica Meisner para actores profesionales en el programa de Javier Galitó-Cava. La hemos visto actuando en producciones teatrales como “Escenas de Matrimonio”, “La nostra mort de cada día”, “El desvetllament de una papallona nocturna” o Camargate. También en series y películas como “Comtes”, “Júlia ist”, “Ojos Negros” o “La vida sense la Sara Amat”.

Hace unos años desarrolló y patentó su “Método Sabaté”, que despliega en su Espai Philae de Teatro y Consciencia, donde ayuda a personas a mejorar su conexión consigo mismas, para, así, sacarle mejor provecho a sus habilidades de comunicación, expresión o liderazgo.

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