La gestión de la vacuna, la administración de los fondos europeos, la transición de los ERTEs y las dificultades financieras de las empresas, los principales retos para la recuperación de la economía española en 2021

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El Informe Económico y Financiero de Esade, elaborado en colaboración con Banco Sabadell, prevé un crecimiento global para 2021 en torno al 5,2%, el mismo que estima de media para la Zona Euro. En los Estados Unidos se espera que éste sea de un 3,1% y, de un 8,2%, en China.

La extensión en tiempo y número de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo, la gestión de los fondos europeos y de las potenciales quiebras empresariales son los principales retos que se le plantearán a la economía española durante 2021. El apartado de análisis de coyuntura del último Informe Económico y Financiero de Esade, elaborado con la colaboración del Banco Sabadell y dirigido por Toni Roldán, director de EsadeEcPol, y autor de este apartado, conjuntamente con el profesor de Esade Josep M. Comajuncosa, pone de manifiesto que el camino hacia la recuperación en España será más complejo que en otras economías, debido su excesiva dependencia del sector servicios, a las dificultades para el control de la pandemia, y a un número muy alto de pequeñas empresas con dificultades financieras.

En este sentido, los autores del informe advierten que, aunque el impacto negativo en la economía ha sido severo y generalizado, no todos los sectores, empresas y colectivos la han sufrido de igual manera, circunstancia que ha contribuido no solo a agrandar la brecha entre los países del norte y el sur de Europa y entre las empresas grandes y las pymes, sino también la laboral, la de género y la educativa.

Desafíos para la recuperación de la economía española

Según apunta el Informe Económico y Financiero de Esade para el primer semestre de 2021, el mal comienzo del año, con el auge de la tercera ola y el endurecimiento de las restricciones, hace presagiar que las personas en ERTE permanecerán entre las 600.000 y las 800.000, una horquilla que supondrá un gasto durante los primeros meses del año que no estaba contemplado en los Presupuestos Generales del Estado. Estos ERTE, que han resultado imprescindibles para mitigar el aumento del desempleo, no son una medida que se pueda extender indefinidamente ya que “antes o después, los responsables de política económica deberán permitir una reasignación de una parte de los trabajadores todavía en ERTE hacia otros sectores con mayor actividad y creación de empleo”, según cita el estudio.

En relación a la gestión de los fondos de recuperación Next Generation EU, los expertos de Esade hablan del “reto económico y administrativo colosal” que supone el presentar proyectos específicos que cumplan con los requerimientos establecidos por las autoridades europeas. Según su opinión, resulta crucial para el futuro de la economía que estas ayudas lleguen a las empresas medianas y pequeñas, y puedan promover un crecimiento más inclusivo y respetuoso con el medio ambiente, así como la transformación estructural necesaria para hacer frente a la digitalización y a la transición hacia una economía verde no dependiente del carbono. De esta transición dependerá la evolución de la productividad de todo el tejido empresarial y su capacidad de competir en toda la economía global, y de generar nuevos puestos de trabajo, más cualificados y bien remunerados.

Precisamente, para que ese proceso pueda llevarse a cabo, el Informe Económico y Financiero de Esade, insiste en la necesidad de una planificación fiscal a medio plazo, que, ayude a España a reducir su deuda y tener margen para poder implementar otras políticas económicas que van a ser necesarias en el futuro.

Zona Euro, un futuro ligado a la integración fiscal y a la inversión pública

Los más estrictos confinamientos de la Zona Euro hicieron que la contracción de su economía en 2020 fuera de las mayores entre los países desarrollados, con un 8,3%, y que afectara especialmente a España, Portugal, Francia e Italia. Pero esta caída podría haber sido mayor, “de no haberse activado la cláusula de escape del límite de déficit público del Plan de Estabilidad Europeo y gracias a la decidida actuación del Banco Central Europeo (BCE), que ha evitado incrementos en las primas de riesgo de los países miembros”.

Las medidas de urgencia del BCE se irán extinguiendo para dar lugar a otras de apoyo a la recuperación, como los fondos Next Generation EU, la reducción de algunos impuestos indirectos y el aumento de la inversión pública. Con ellas se espera que la Zona Euro pueda crecer al 5,2% en 2021 y recuperar los niveles de producción previos a la crisis a mediados de 2022, a excepción de algunas de las economías más pequeñas de la región, como Luxemburgo, Malta, o Estonia. En concreto los expertos de Esade prevén para 2021 un incremento del PIB de Italia en un 5,2%, y de Francia, en un 6%, seguidos del 4,2% de Alemania, y el 4% de en los Países Bajos.

Recuperación desigual a escala global

Desde una perspectiva más global, los expertos de Esade reconocen el importante papel que han desempeñado las políticas monetarias y las medidas fiscales durante el inicio de la crisis. Estas últimas han supuesto un 12% del PIB, a nivel global. Sin embargo, tienen un importante impacto en los déficits públicos, que puede afectar a medio y largo plazo al ritmo de recuperación de la economía en términos absolutos. De ahí que para 2021 prevean un crecimiento general 5,2%, una tasa que será menor, un 3,9%, en las economías desarrolladas que, en su caso, no podrán recuperar durante este año los niveles de producción perdidos durante 2020.

En los Estados Unidos, donde la economía se contrajo un -4,3% en 2020, crecerá un 3,1% este 2021, mientras que, para Reino Unido, cuya caída fue del -9,8%, los autores del informe prevén una recuperación del 5,3%. En Japón, estas cifras son de -5,3% y 2,3% respectivamente.

La mayoría de las economías emergentes, cuya previsión de crecimiento para 2021 es del 6%, se moverán en un contexto más difícil, ya que en muchas de ellas la pandemia continúa en expansión, circunstancia que además de crear gran presión sobre sus sistemas sanitarios y cuentas públicas, provocará una mayor dependencia de la financiación externa y un turismo que no se terminará de reactivar. Déficit que supera el 10-11% del PIB. Este será el caso de India e Indonesia, donde la actividad cayó con fuerza en 2020, cuya recuperación en 2021 no será suficiente para recuperar el PIB previo a la crisis. Las economías en Latinoamérica, según cita el estudio, se enfrentarán también a un panorama similar.

Solo China, que fue la única gran economía que experimentó una tasa de crecimiento positiva en 2020 y este 2021 va a crecer a un ritmo superior al de antes de la pandemia, un 8,2% gracias a que, en su caso, la actividad se normalizó en abril gracias a sus exitosas políticas económicas y al excelente comportamiento de sus exportaciones.

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