Spicers es la mayor empresa europea dedicada a la venta al por mayor de productos de oficina y papelería. Surgió hace más de veinte años y hoy en día cuenta con una plantilla de más de 2.000 personas que trabajan para cumplir con el slogan que reza la empresa “El servicio: nuestra prioridad”. La compañía se encuentra implantada en diversos países europeos, entre ellos, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Irlanda, España e Italia, donde genera una facturación anual de más de 775 millones de euros. Hace apenas tres años se puso en funcionamiento, la red española de Spicers, cuyo director general es Juan Ignacio Moreno de Tejada. Hoy hablamos con Bill Armstrong director general de Spicers Europa.
¿Cuál es el mensaje que quiere difundir a sus colegas empresarios españoles?
El mensaje principal que me gustaría hacer llegar a mis homólogos, a partir de mi experiencia, es que existen muchas empresas norteamericanas y europeas interesadas, cada vez más, en establecerse en redes locales. También es destacable señalar que nuestra compañía es una de las pocas que controla todo el proceso que sigue un producto, desde la manufacturación hasta la distribución. Y cómo no, exponer nuestra idea de que una empresa ha de centrarse en el corazón de su negocio: la atención al cliente, la creación de nuevos negocios y proyectos, el marketing, la imposición de precios atractivos…
Hablando de la deslocalización que tanto se teme en Europa… ¿Dónde va a manufacturar Spicers sus productos?, ¿en países del tercer mundo o en países desarrollados?
La amplia mayoría de nuestros productos son elaborados en países de la Unión Europea. Sin embargo, a veces tenemos razones más que suficientes para comprar productos en otras áreas, como bien pueda ser China, ya que en estos países los costes de manufacturación y distribución son menores. La deslocalización es un fenómeno imparable y de alguna manera está marcando la red de producción y comercio a nivel mundial.
Dentro del sector del material de oficina… ¿qué se valora más?, ¿el diseño de un producto, o la funcionalidad y economía del mismo?
Estos factores siempre dependen del producto. Hay material en que el diseño es un valor muy importante. Normalmente en las oficinas de trabajo se requieren materiales cuya principal característica sea la funcionalidad. En los hogares es diferente, porque siempre nos gusta tener encima de nuestro escritorio de trabajo un objeto de apariencia más plástica. Es cuestión de gustos, necesidades e incluso de rangos.
Inmersos en nuestra época… ¿Quién va por delante?, ¿la empresa creando nuevos objetos o el cliente demandando necesidades?
El mercado siempre tiende a la innovación en los productos. Lo que es difícil es crear nuevos productos revolucionarios, por que hablamos de un sector en el que todas las necesidades están cubiertas. En este sentido quién lleva la voz cantante es la empresa, ya que tiene el poder de ofertar nuevos productos, basados en lo atractivo de su diseño o sus funciones, y seguir cubriendo las necesidades del consumidor en todos los sentidos.
¿Hacia dónde cree usted que va a evolucionar el comercio, bien al pequeño vendedor o, tal vez, se concentrará en las grandes superficies?
Actualmente en Europa el comercio local es muy importante, excepto en los países escandinavos, que siguen un modelo más norteamericano de grandes superficies. Aunque bien es cierto que en el sur de Europa y en el Reino Unido, cada vez se está incorporando más este estilo de mega tiendas. La sensibilidad hacia la creación y promoción de comercios detallistas ubicados en zonas urbanas con mucho radio de influencia, cada vez es mayor. Eso equilibra la balanza entre potenciales de grandes y pequeños puntos de venta. A partir de aquí surge el conflicto, ya que cada comercio ha de buscar esa chispa que le convierta en un punto de venta diferencial y consiga atraer clientes.
Una cuestión a nivel personal… Después de treinta años de buen hacer al frente de Spicers ¿no ha sido tentado por ninguna otra empresa?
Es mucho tiempo en una empresa. La verdad es que no me puedo quejar de mi progresión en Spicers, porque desde el momento que entré he ido de menos a más. He tenido la suerte de encontrarme siempre con oportunidades nuevas y nunca me he sentido con la necesidad de cambiar de aires.
Desde su posición como alto ejecutivo, ¿Cree usted en la perpetuidad de los cargos o prefiere que sus directivos no se acomoden?
Sé que mi caso no es muy normal pero todo es muy relativo. Si una persona realiza una buena dirección o desempeña un trabajo óptimo le pasarán dos cosas. O tendrá ese puesto de forma vitalicia o bien, subirá de rango en la empresa e irá asumiendo mayores responsabilidades gracias a sus aptitudes.
¿Cómo se encuentra la situación de Spicers en España?
El negocio español de Spicers echó a andar en el 2002, y lleva por tanto dos años en activo. Por ahora la empresa cubre los puntos clave de la geografía española. Tenemos sedes en Barcelona, Madrid, Bilbao, Valencia, La Coruña, Sevilla… El negocio irá creciendo en los próximos dos años, tenemos buenas expectativas, pero todavía es pronto para hacer un balance. En el mundo de la empresa el tiempo es uno de los factores más elementales y hay que saber adecuar tu trabajo al ritmo del tiempo. ¡Es casi un concepto metafísico!