“La crisis ha irrumpido de manera global y ha supuesto un paso atrás en el estado del bienestar. Es también una crisis ética y de valores”.
“De la indignación nace la voluntad de compromiso con la historia”.
“La igualdad sin diferencias no podrá ser nunca una igualdad. Y esa igualdad tiene que basarse en esas diferencias legítimas de hombre y mujer, que nos llevan precisamente a tener que ser tratados de forma desigual cuando es necesario”.
“Estamos todavía en el paradigma de la presencia. Se paga por objetivos pero se dirige por presentismo”.
“La oportunidad digamos excluida por la falta de capacidad, cultura y educación no es en realidad una libertad”.
“Somos una cultura diferenciada de la masculina, constituímos en la vida pública una cultura huésped, y la idea es que todos estemos en casa”.
“Me apena ver la humildad con la que hoy, la mujer destronada procura insinuarse y ser tolerada en una sociedad de hombres”.
“Las mujeres estamos sesgadas por el miedo al rechazo, mientras que los hombres, están más condicionados por el miedo al fracaso”.
“El cambio tiene que hacerse desde los influyentes, influir en ellos porque son las personas que son capaces de hacer el cambio”.
“En épocas de crisis entra con gran potencia la emprendeduría, y la emprendeduría es: igualdad absoluta y cero conciliación”.
“Ahora de lo que se trata es de conseguir una sociedad más humana, no sé si la perspectiva de género o de humanidad, en la cual los hombres puedan hacer lo que las mujeres hemos podido hacer hasta ahora, en la cual los hombres no tengan miedo al fracaso”.
ASISTENTES
La Directora del Máster en Liderazgo Femenino del ESCI-UPF, la Sra. Carme García Ribas; la Presidenta de AFAEMME, Asociación de Organizaciones de Empresarias del Mediterráneo, la Sra. Maria Helena de Felipe Lehtonen; la Profesora de Derecho Constitucional de la UIC y política, Sra. Montserrat Nebrera; la jefa de Relaciones Externas de Repsol, la Sra. Carolina Albero; la gerente de Dircom Catalunya, Asociación de Directivos de Comunicación, la Sra. Isabel Villalonga; la secretaria del Consejo Municipal de las Mujeres, la Sra. Maria Rosa Pons i Vilarasau; Directora de ARTAU Asociados Políticas de Igualdad, la Sra. Margarita Artal; la Presidenta de Peix & Co, la Sra. Gemma Cernuda, la Vicepresidenta de la Asociación ODAME, Asociación de Mujeres Emprendedoras ODAME, Josefa Sánchez; la Ex Presidenta de Cáritas de España y Antigua concejal del Ayuntamiento de Barcelona, Núria Gispert; la Profesora de dirección de personas y liderazgo en el IESE, Sra. Nuria Chinchilla; la Presidenta d’Òmnium Cultural, Muriel Casals; la chef y propietaria del restaurante Semproniana, la Sra. Ada Parellada, el organizador y Co-fundador del Madrid Woman’s Week, el Sr. Salvador Molina; el moderador, Sr. Eduard Berraondo y el editor de FeedbackToday, el Sr. F. Xavier Roca.
INFORME
El Sr. Eduardo Berraondo agradece y da la bienvenida en el Desayuno Coloquio de FeedbackToday a todos los asistentes.
La crisis que padecemos desde hace demasiados años ha soslayado determinadas conquistas sociales que parecían imparables. Quizá la más destacada de ellas sea la de las políticas de igualdad, que las instituciones públicas se encargaron de promover en su momento para establecer no sólo la paridad de hombres y mujeres en los distintos cargos que ocupaban sino también, y especialmente, en los salarios.
El Sr. Berraondo plantea de qué manera afecta la crisis a las políticas que empujan la igualdad.
Cede la palabra a la Ex Presidenta de Cáritas España y ex regidora del Ayuntamiento de Barcelona, la Sra. Núria Gispert i Feliu, para abrir el debate con una primera aproximación sobre el tema central: la igualdad.
“Yo les querría hablar de mi experiencia en una sociedad que ha tenido diferentes tonalidades de colores. Una España gris fruto de la Guerra Civil, una posguerra en blanco y negro, marcada por el hambre y las desigualdades sociales, un franquismo represor marcado por la falta de libertades y la llegada de la democracia que introduce los colores del arco iris en una sociedad que había sido, durante todos estos años, muy bicromática. Es a partir de esta policromía que se abren a nivel social y a nivel político muchos caminos para ir trabajando en lo que hoy denominamos el Estado del Bienestar.
En estos últimos años la crisis ha supuesto la pérdida de algunos de estos colores. La crisis ha irrumpido de manera global y ha supuesto un paso atrás en el estado del bienestar. Es una crisis social que nos trae paro, precariedad laboral, desahucios y, incluso, el miedo. Es también una crisis ética y de valores.
La anomia que la ciudad había sufrido hasta los alrededores del año 1954 (excepto la huelga de tranvías), empieza a dar un electroencefalograma de vida. Las personas que estudian en la universidad se dan cuenta que el sindicato oficial – el SEU – no es lo que quieren y crean un sindicato democrático. Barcelona hierve, aunque sólo sean algunas minorías. La gente joven empieza a ser consciente de la ausencia de libertad. El fenómeno migratorio ya es un hecho. Las afueras de Barcelona se llenan de barracas, de barrios sin equipamientos. Aquí actúan los grandes especuladores. Esto ya no se puede solventar de forma individual y sólo con buena voluntad.
Siguieron unos tiempos de preparación para la democracia, la Asamblea de Catalunya y otros movimientos sociales. Todo aquel aire nuevo que invadía Catalunya hacía falta que llegara a todos los rincones. Las mujeres también empezaron a organizarse, tenían muchas cosas que decir, que hacer, que pedir. Empiezan a aparecer las vocalías de mujeres en las asociaciones de vecinos y otras entidades que tienen por objetivo conseguir la igualdad hombre-mujer. Se llegan incluso a celebrar las jornadas catalanas de la mujer en el paraninfo de la universidad. Las mujeres de los barrios, por primera vez en la historia desde hacía más de 50 años, tienen voz y explican sus experiencias propias. Se llega incluso a publicar un documento unitario con sus demandas.
Entre todas y todos tenemos que hacer un nuevo modelo de inclusión y de igualdad para la mujer, que en mi opinión se podría resumir en 5 criterios:
1. Prácticas estratégicas: priorizar los elementos que permitan debilitar los factores que generan precariedad y marginación.
2. Prácticas de prevención e inserción desde una óptica comunitaria: Todos los procesos que hacemos tienen que tender a la promoción, prevención, inserción y fortalecimiento restableciendo vínculos y redes laborales, sociales, comunitarias y familiares.
3. Prácticas en redes integradas, transversales y de proximidad: las políticas que tratan de dar respuesta a la igualdad tienen que tender a formularse desde una visión integral y tienen que plantearse poniéndolas en práctica transversalmente, con formas de coordinación flexibles y desde la mayor proximidad territorial posible, en un marco de gobierno en múltiples niveles.
4. Prácticas participativas de fuerte implicación ciudadana: intentar habilitar y capacitar a las mujeres. Las políticas públicas tienen que intentar tender a incorporar procesos e instrumentos de participación, roles personales y comunitarios y la construcción y regeneración de la ciudadanía.
5. Prácticas innovadoras: En las políticas de igualdad tenemos que incorporar una permanente tensión innovadora lejos de dinámicas de rutina y de lecturas anacrónicas de la realidad.”
(…)
Toma la palabra la Profesora de dirección de personas y liderazgo en el IESE, la Sra. Nuria Chinchilla, quien prioriza hablar de la sosteniblidad antes que la crisis.
“Estamos hablando mucho de crisis, pero a mí me gusta más hablar de sostenibilidad y quiero hablar de sostenibilidad, como también sabéis, porque nos estamos jugando el futuro de toda Europa con ese invierno demográfico. Y por eso, los que me habéis escuchado, sabéis que cuando hablo de mujer hablo del siglo de la F, el siglo XXI es el siglo de la F, el siglo de la feminidad, o entramos en modos de hacer más femeninos con un liderazgo más amplio, más humano o esto no tiene salida. Pero al tiempo, la F de familia, si no tenemos a la familia como centro de atención, y no solo al individuo que vota, no vamos a hacer las leyes adecuadas para que podamos sobrevivir como ciudadanía, como país y como especie. Y finalmente la F de flexibilidad, la F de flexibilidad es la que nos va a dar la capacidad de sostenibilidad a todo lo demás.
¿Qué pasa hoy en día? La gente habla de que dirige por objetivos y esto es mentira, estamos todavía en el paradigma de la presencia, el presentismo, se dirige por presentismo, se paga por objetivos, pero se dirige por presentismo, y por eso luego no hay esas promociones y esas cosas que nos gustaría en personas que son mucho más capaces, que pierden menos tiempo en la empresa y que son más productivas. El tema de cómo hacer todo eso, de cómo ser más flexibles está en la formación. Claramente hay dos cosas aquí: por un lado las mujeres podemos cambiar, está en nuestras manos cambiar el mundo hoy en día, hay muchas que ya tenemos poder, y yo creo que todas las que estamos aquí estamos en ello, cada una desde su función y haciendo lo que puede con gente que nos ha abierto el camino, como Núria Gispert, ¿verdad? Y que han sido ejemplares para nosotros.
Lo que ha pasado ahora con Viviane Reding y compañía, Heidi Ganes está en la Financial Times, en este grupo y lo último que escribió ayer, es: Finalmente lo que se ve es que estamos avanzando más, en lugar de cuotas ya estamos yendo hacia buscar personas que valgan la pena; buenos currículums y lo que hacemos desde este grupo es que mañana se va a abrir a las ocho mil mujeres que se han puesto en la lista en toda Europa, desde las escuelas de dirección de empresas y en la Unión Europea con una serie de criterios cuantitativos y cualitativos para ver que están en el nivel de poder ser consejeras porque, o ya lo son o son lo que llamamos consejables, ¿verdad? y bueno, todo eso es lo que vamos a presentar y por supuesto también viendo como la fuerza del poder de la mujer es saber utilizar el poder para ganar autoridad, para ganar esa influencia, que es la misma que el hombre, la verdad, solo que a veces, nosotras lo hacemos como más natural”.
(…)
Coge el turno de palabra la Profesora de Derecho Constitucional y política, la Sra. Montserrat Nebrera, y opina que en las exposiciones de la Sra. Gispert y la Sra. Chinchilla se plantea por un lado, una cosa evidente: “Y es la constatación de que efectivamente se ha producido una disminución en la ocupación de las mujeres a todos los niveles por causa de la crisis, razones que tienen que ver con una diferencia que explicaba Nuria Chinchilla, es decir, somos diferentes desde el punto de vista esencial, y está bien que seamos diferentes, probablemente sino no habría mundo, a pesar de que hay alguna antropóloga que dice que en un tiempo las mujeres no tendrán hijos, serán producidos a la manera de Matrix, pero ahora donde estamos, es evidente que esta diferencia es una complementariedad, y que en esta complementariedad falla aquella persona que tiene, desde el punto de vista de los roles sociales, más roles de ocupación, porque tiene los hijos, porque cuando hay un problema, en la empresa la persona que se va al pediatra con el hijo es la mujer, porque si se tiene que ocupar de alguna persona dependiente en casa, que ya no hay dinero para tenerla en los centros o porque no las quieren tener se ocupa la mujer, es decir que hay una tradición cultural que ocupa la mujer, y por lo tanto al empresario, e incluso empresaria al estilo Yahoo, dice: pues si tengo que hacer cuentas, echo a la mujer, que además, normalmente gana un 17%, según las estadísticas, menos que el hombre. Entonces, nos encontramos con un problema de la inmediatez, plantea seguramente los números, plantea al empresario concreto, sea hombre o mujer, estas decisiones inmediatas, algunas de ellas probablemente hechas para sobrevivir, porque la propia empresa pueda sobrevivir, como seguramente algunos ERE’s también se hacen por esta razón, y por otro lado, el destino o la capacidad de una sociedad de proyectarse hacia el futuro, como ha dicho Núria Gispert, y hacer un mundo más justo, desde el punto de vista del que todo el mundo, yo creo, a excepciones hechas de personas que vivan en un tiempo anterior, tienen idea que tendría que ser así, es decir, complementariedad, igualdad, respeto, libertad, oportunidad de decidir cada cual en su ámbito qué es lo que quiere hacer de su vida.
Son cosas diferentes, ¿todos somos personas y da igual quién llegue, lo que importa es que valga y que no haya traba que sea hombre y mujer, pero nunca miraremos si se llama María o se llama José?; ¿o queremos que llegue una nueva manera de pensar, de mirar y de ser?, porque entonces, a pesar de que yo lo digo y comparto la crítica, creo que tiene sentido y pensamos que es necesario que haya una presión especial, discriminadora, pro-igualdad real, pero contra la igualdad formal en la que nosotros forzamos que las mujeres estén en lugares de representación, de visibilidad, no sé si soy capaz de explicar esta paradoja que creo que se desprende de cosas que probablemente compartimos todos, que es la necesidad de nuevas sensibilidades, de sensibilidades que son propias, probablemente, más de las mujeres que de los hombres, que algunos hombres también las tienen, pero que en todo caso irán a favorecer un futuro, un poco en la descripción que ha hecho la otra Núria, que a todos juntos nos gustaría. Esta era la primera idea que quería plantear”.
(…)
Toma la palabra la Directora del Máster en Liderazgo Femenino del ESCI-UPF, la Sra. Carme García Ribas, y explica la idea de su línea teórica.
“Las mujeres somos una cultura diferenciada de la masculina, en esto parece que estamos todos de acuerdo, pero constituímos en la vida pública una cultura huésped. Por eso, de lo que se trata es de dejar de ser huéspedes todos porque la idea es que todos estemos en casa”.
“Más allá de las leyes, más allá de esta consciencia de diferencia que compartimos todos, lo que ha pesado más es que las estructuras de poder pesan mucho más que las leyes, pesan mucho más que las buenas intenciones, y la estructura de poder es que hay una estructura social que se ha creado en masculino, que no quiero decir que los hombres de ahora sean cómplices de esto, pero sí que es verdad que les favorece. Entonces, esta estructura en masculino generaba sometimiento en la cultura de las mujeres, y esto no se ha tocado. Se ha tocado, desde luego la formación, pero hay esta paradoja que todo el mundo se pregunta: ¡Uy! tantísimas mujeres universitarias, yo en la universidad tengo 80% alumnas, 20% alumnos, 80% mujeres. Sí, sí, en la formación universitaria ahora el número de mujeres es tremendo, pero qué observo, que son chicas con un afán de perfeccionismo que las desautoriza para la acción, que las desautoriza para darse derecho a triunfar, para darse derecho a expresar su identidad, para darse derecho a quererse a sí mismas. Porque en las estructuras de sumisión, y ahora sí que ya me explayaría demasiado si lo expusiera, se siguen reforzando. Si no se tocan esas estructuras de sumisión, que no es solamente sumisión por una memoria atávica de comportamiento femenino, es de sometimiento que se siguen retroalimentando las mujeres y otras muchas culturas nos quedaremos en una situación de cultura huésped, con la fragilidad de una cultura huésped, y con la pérdida de talento de cultura huésped. Y termino citando la frase que he sacado el periódico para citarla textualmente, dice: “Me apena ver la humildad con la que hoy, la mujer destronada procura insinuarse y ser tolerada en una sociedad de hombres.” Esto lo decía Ortega y Gasset en el año 1930, creo que retrata la situación de hoy todavía”.
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Es el turno de la Presidenta de Òmnium Cultural, la Sra. Muriel Casals. “Yo creo que ahora de lo que se trata es de conseguir una sociedad más humana, no sé si la perspectiva de género o la perspectiva de humanidad, en la cual los hombres puedan hacer lo que las mujeres hemos podido hacer hasta ahora, en la cual los hombres no tengan miedo al fracaso, quiero decir que la situación de crisis, ahora hemos explicado y es evidente, y es clarísimo y lo tenemos que denunciar, hace sufrir especialmente a las mujeres, somos las que nos quedamos sin trabajo, somos las que hacemos más trabajos extras porque tenemos que llenar agujeros del estado del bienestar, son las mujeres dentro de las familias que lo hacen, y esto no es bueno. Pero yo creo que la situación de crisis, en la cual desgraciadamente, también muchos hombres se quedan sin trabajo o tienen que aceptar un trabajo por debajo del que tenían anteriormente, o por debajo de la que era su expectativa, y por lo tanto, en cierto modo fracasan, tendríamos que aprender, tendríamos que coger esta lección y decir: pues, ¿y qué? ¿y qué? ¿No? Y de una manera muy poco científica, pero yo diría que la humanidad mejorará el día que las mujeres nos enamoremos de hombres que no sean triunfadores, quiero decir, porque somos nosotras a veces que reproducimos también este esquema”
(…)